Los bomberos que se metieron bajo el puente de la avenida Pedro Menéndez a combatir un incendio ‘camellaron’ sofocados. En un momento la temperatura llegó a los 108 °C. Eso fue uno de los tantos efectos de una emergencia con un claro origen, pero sin responsables que se hagan cargo de lo que hicieron.

El humo empezó a salir la madrugada del jueves 27 de abril de 2023, desde un conducto de más de 1,50 metros, que divide los carriles sur-norte y norte-sur. A los bomberos, que fueron ‘soplados’ ante la alerta, les bastó ver de cerca el punto para tener una idea de lo que había ocurrido.

El espacio estaba repleto de basura. Había ropa vieja, botellas plásticas, fundas con desechos y hasta una puerta de madera. Al parecer, este sitio es aprovechado como dormitorio por recicladores y personas de la calle. También les sirve como una especie de bodega ‘grateche’ en la que dejan los objetos que recolectan.

Hasta el momento se cree que alguno de ellos, quizá en el afán de quemar alguna cosa para luego extraer algo que puedan vender, provocó el fuego. Las llamas se propagaron hacia la parte baja de los carriles norte-sur. La humareda también empezó a salir de ese costado del puente, que da hacia la avenida Plaza Dañín, en sentido opuesto al río Guayas.

Inicialmente, agentes de la Autoridad de Tránsito y Movilidad tuvieron que cerrar un carril de ese lado para trabajar. Pasadas las 07:00, con el típico tráfico que genera el traslado a la ‘chamba’ y los estudios, la Pedro Menéndez, en su tramo hacia la avenida Machala, se repletó de carros. Parecía un ‘desfile’ vehicular.

El humo seguía saliendo. Pero ese no era el único relajo. Un lado por el que se podía acceder al conducto tenía una malla metálica en la parte de arriba, que no permitía a los bomberos ingresar con sus tanques de oxígeno. Tuvieron que cortar con una sierra para poder entrar.

Uno de los miembros de la casaca roja se metió y, rodeado de desechos, intentaba dispersar agua por debajo del puente con una manguera.

Pasaron los minutos. El reloj marcó las 08:20 y empezó a salir humo de un pequeño hueco que había en el carril de en medio, sentido hacia la Machala. Del orificio brotaba una capa de agua que burbujeaba como si hirviera.

Esa novedad alertó a los bomberos y agentes de tránsito, quienes inhabilitaron todo el tramo norte-sur al paso de carros.

Quince minutos después llegaron técnicos a evaluar los daños. Hicieron tres pequeños agujeros más para ver cómo reaccionaba la capa asfáltica.

“Tenemos que evaluar, porque igualmente todo incendio es una afectación”, indicó Daniel Félix, especialista estructural del Departamento de Obras Públicas del Cabildo.

Mientras tanto, una maquinaria perforó el costado del puente del lado de la Plaza Dañín, para que los bomberos entren a la zona baja y terminen de apagar las llamas cerca de las 11:00. Pero el tráfico siguió hasta la tarde, por las inspecciones posteriores.

En un comunicado, el Municipio de Guayaquil informó que el incendio se originó por la quema de cables debajo del paso a desnivel. La alerta se registró a las 04:00.

“Llegaron al sitio miembros del equipo de evaluación de daños y análisis de necesidades (EDAN). Ellos realizarán las recomendaciones necesarias para determinar el tipo de afectación”, se indicó.

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