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Las quebradas son un desfogue natural de las lluvias.Ángelo Chamba, cortesía / EXTRA

Las quebradas, desfogues naturales

El riesgo de taludes en varios sectores de quito aumenta con las lluvias, por lo que los ojos de los moradores y autoridades están sobre las hondonadas. Ellas son patrimonios naturales de la capital.

El adoquinado de una de las calles del barrio Terranova, al sur de Quito, ha cedido hacia la quebrada, se nota que hace no mucho era un sendero, que separaba a los transeúntes, de este accidente geográfico.

El peligro de que la tierra siga cayendo hacia el río es lo que mantiene preocupados a los moradores del sector.

Luis López, quien vive rodeado de perros en su casa, teme que algún rato su patio desaparezca. “Se ha ido la mitad del espacio donde tengo a mis animalitos”, contó tímidamente. Aunque se excusó de mostrar los daños porque sus perros “estaban sueltos y son bravos”.

Sin embargo, no es difícil ver como una estructura de madera que tiene en su predio está a punto de caer al precipicio.

A unos cuantos pasos se pueden observar las vallas metálicas que la Secretaría de Seguridad colocó después de la inspección.

“La quebrada se está yendo más y más. Ahorita el señor López no es el único afectado. Están en riesgo unas veinte familias”, sostuvo Rosana Gómez, miembro de la directiva del barrio.

Según la dirigente, esta ciudadela nació hace 40 años y siempre han visto esta problemática latente, pero han pedido soluciones desde hace seis.

“Nos organizamos y recién ahora nos regresaron a ver”, comentó. La basura también es parte de este problema, allí se puede ver que además de la caída de tierra, el tema se agrava con los escombros y desperdicios que tiran las personas entre los matorrales.

Es unr recurso natural

En la capital existen varias quebradas que se rellenaron ante la necesidad de ganarle espacio a la naturaleza. La urbanización vertiginosa creó la urgencia de cambiar el paisaje geográfico de algunas zonas.

Para Carlos Álvarez, ingeniero ambiental, la presencia de quebradas en Quito es importante para el flujo de las cuencas hidrográficas de la región.

“La función de las quebradas es desfogar la energía del agua de los ríos”, manifestó.

Los rellenos realizados en décadas anteriores, por ejemplo en la quebrada de Jerusalén o también llamada ‘De los gallinazos’, que va desde La Chorrera y pasaba por lo que hoy es el bulevar de la 24 de Mayo, fueron realizados sin las previsiones técnicas necesarias o que en la época no existían.

“Es por eso que cuando llueve, el agua busca su cauce natural y va acusando problemas. Lo que vemos cuando llega el invierno en Quito”, expresó.

Es por eso que las construcciones también presentan problemas de humedad, uno de los factores para que las casas se derrumben, asegura el experto.

La recomendación de Álvarez, es que se respete el cauce natural de estas ramificaciones hidrográficas, así como su ecosistema, que además de ser endémico previene los deslizamientos de tierra en las riberas.

“Existe preocupación por el río Pita, pues este es un camino natural de los lahares del volcán Cotopaxi, que está muy cerca de Quito”, afirmó.

En este sentido, sostuvo que en algunas quebradas aún se pueden encontrar especies de plantas propias de la ciudad, como la chilca, el sigse, las chupallas y la maigua, considerada la orquídea de Quito.

“En Quito está casi perdida la biodiversidad en estas zonas, pero aún se pueden conservar las que quedan”, dijo.

Sin embargo, en la zona de Los Chillos, aún se pueden hallar especies como el aliso, pumamaqui, bromelias y orquídeas, entre otras.

Estas especies difícilmente se pueden ver en el barrio Terranova, pues los desperdicios le han ganado terreno a la naturaleza. Incluso se ha convertido en refugio de mendigos que queman basura a manera de ‘calefacción’ cuando guarecen allí.

“Siempre hay gente metida en los matorrales que sale para asaltar a las personas que pasan por ahí cerca”, reiteró Rosana Gómez.

Las intervenciones

A pesar de la colocación de las vallas metálicas en Terranova, el temor de que en algún momento el río se lleve las 20 casas que están al filo de la quebrada, no desaparece.

Juan Zapata, Secretario de Seguridad de Quito, aseveró que visitó este sector y constató el peligro inminente en que se hallan algunas familias.

“En el caso de Terranova nos entregaron la consultoría que se hizo en diciembre. Ahora toca tramitar los presupuestos”, afirmó.

Este estudio está orientado al embaulamiento y estabilización de taludes en las quebradas. Además que no se descarta la relocalización de las casas afectadas.

“Más que reubicar a las personas hay que dar una solución integral a este problema. Esto es emergente”, sostuvo, ya que en este punto de la ciudad también estarían en peligro los condominios ubicados al frente de la casa de Luis López y sus vecinos. Que representarían por lo menos 500 personas.

En este plan de intervención emergente están contempladas las quebradas de Terranova, El Carmen, Miravalle III, Ciudadela El Ejército y El Calzado. En esta última los trabajos finalizaron.

Para Zapata, a pesar de que exista una ordenanza que especifica que las construcciones deben respetar cierto metraje de las pendientes, algunos barrios nacieron antes de que se emitan estas disposiciones, ese es el problema actual.

“Hemos asumido unas herencias terribles, primero por la falta de la cultura de seguridad de las personas y un ineficiente control de las autoridades. Hablamos de hace 30 años”, reiteró.

Ahora las casas están construidas y representan el esfuerzo de los ciudadanos por tener un hogar propio. En casos como El Carmen y Terranova las construcciones datan de hace más de 40 años.

En El Carmen, ubicado también en el sur de Quito, se embauló un tramo bajo la calle El Progreso, en este punto se contempla completar esta obra.

Los recorridos por estos sectores aún no se terminan, según el funcionario, por lo que aspira a entregar los resultados al término de la presente semana.

Para Carlos Álvarez, estas intervenciones deben tener estudios ambientales que sostengan su ejecución, pues no solo se debería tener en cuenta el deslizamiento de la tierra, sino también la conservación de las especies que allí se encuentran.

“No solo se trata de hacer muros, es necesario tener en cuenta el cuidado del medio ambiente”, concluyó.

Especies

Estos accidentes geográficos albergan especies endémicas como la maigua u orquídea de Quito.