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Basura en el esterillo y en una de las fuentes del recién estrenado malecón.MIGUEL CANALES

General Villamil (Playas) recibe a los turistas con "falencias"

En algunas zonas del cantón abunda la basura y la cochinada. Los propios habitantes se quejan de la falta de agua potable y hasta de salvavidas.

Con un “venga mi amor, pase adelante” recibe Julieta Sani a sus comensales y turistas en su cabaña ubicada en el malecón de Playas, pero esa amabilidad choca con la acumulación de basura, malos olores, falta de agua potable y otros problemas que le restan belleza al balneario en este feriado. 

Mariuxi Alejandro, playasense de 31 años, se opone a que material de construcción y maquinaria pesada hayan sido ubicados en medio de la zona frecuenta por los bañistas, por el rompeolas. “Recién empiezan a trabajar y ya pasaron dos semanas desde que el oleaje se llevó una plataforma que iba a servir para baños nuevos”, se queja.

A lo largo de los 14 kilómetros de playa comercial asoman más “falencias”, como las califica Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo de Playas. A la vista salta la presencia de basura en el agua, moho en las paredes de una de las fuentes y un hombre tomando un baño en la pileta en el malecón, como si estuviera en su casa. Esto ocurrió el martes 22 de febrero.

Miguel Ángel Cruz, carpero en la bajada de Las Gaviotas, dice que son ellos los que deben recoger los desperdicios que quedan en la arena, porque asegura que “EmaPlayas solo se queda con recoger lo del área regenerada y la calle”. Cruz dice también que no hay salvavidas en la zona y que, incluso, hace 10 días un turista por poco se ahoga y otro visitante tuvo que salvarlo.

Pasando el centro comercial está la bajada N.° 8, zona a la que no llega el agua potable, afirma Johnny Yagual, servidor turístico. Él debe llevar el agua de su casa y almacenarla en un pozo. Le preocupa que los turistas crean que es líquido sucio. “Lo del agua aquí se ha quedado en proyecto”, expresa con resignación Johnny, mientras se esfuerza halando el balde con agua desde el fondo del “pocito”, como él le llama. 

Philipo Franco, director de Turismo del GAD, asegura que hasta ahora nada se les ha salido de las manos. Dice que lo del agua es porque no lo han solicitado.

Y para rematar, “los baños del malecón permanecen cerrados entre semana”, denuncia doña Julieta. Para usarlos se debe llamar a los encargados (la asociación) porque si no, a los turistas que llegan entre semana les toca hacer como una de sus clientas que, minutos antes, fue a alquilar el baño de un hotel que queda del lado opuesto de la calle.