Defensores de animales de una fundación esperan que se haga justicia por Spike, un perro husky siberiano que supuestamente fue ahorcado por una mujer.

El hecho se registró el 17 de noviembre de 2022, en el sector de La Argelia, en el sur de la capital y, tras ocho meses, se convocó a la audiencia de juzgamiento del caso que se realizará en el Complejo Judicial Quitumbe, el 18 de julio.

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Lorena Bellolio, directora de Protección Animal Ecuador (PAE), comenta que han recorrido un camino largo para llevar a juicio a la presunta responsable del ahorcamiento.

Las pruebas que presentaron para sustentar su teoría fueron los videos en los que se muestra a la mujer suspendiendo al animal de un árbol, el testimonio de una adolescente que habría presenciado el hecho y, sobre todo, los resultados de la necropsia en los que se detalla que “el animal murió después de ser sometido a una compresión por parte de una soga que provocó la asfixia, colapso pulmonar y congestión generalizada de todos los órganos del cuerpo”.

Este indicio es clave porque, según Bellolio, la implicada no podrá decir que el animal “estaba muerto o envenenado antes de colgarlo.”

Proceso judicial

Como demandante, Bellolio espera que se castigue con tres años de prisión a la mujer que colgó al perrito. La activista se basa en el artículo 250 del Código Penal que establece que la persona que mate a un animal que forma parte de la fauna urbana será sancionada con prisión de seis meses a un año. En este caso, añade que hubo actos de crueldad y que por eso podría ir hasta los tres años, según la norma legal.

Verónica Mina es una veterinaria que trabaja en una clínica del norte de la capital y comenta que más allá de enviar a una persona a prisión es generar un precedente en este tipo de casos de maltrato animal “para que no se llegue a normalizar.”

Señala que a diario recibe hasta 40 casos de perritos golpeados, abandonados, atropellados, con problemas en la piel o llenos de pulgas.

Mina comenta que la mayoría de estos animales no se recuperan completamente porque se vuelven agresivos o temerosos y es difícil encontrarles un hogar. En ocasiones tienen que dormirlos. “Los propietarios no saben el daño que les causan al maltratarlos y el trauma que les provocan a sus mascotas”.

Bellolio añade que en este tipo de casos se debe analizar un contexto de fondo que es la violencia interrelacionada. Según ella, es cuando las agresiones se replican y se aprenden dentro del núcleo familiar. “Hay casos en los que el padre maltrata a la madre, ella lo hace con sus hijos y estos maltratan a las mascotas”.

Más noticias

Banda de 'choros' fue desarticulada: 

Dos hombres y dos mujeres fueron detenidos dentro del vehículo en el que se movilizaban, en la avenida 12 de Octubre, norte de Quito.

Minutos antes, la Policía recibió la alerta de un ciudadano al que habrían amenazado con cuchillos y pistola para que entregara su celular.

La víctima describió a sus agresores y tras un operativo los agentes capturaron a los sospechosos, quienes serían parte de una banda organizada. 

Policía ubica a una adolescente:

La madre de una adolescente lloraba desconsolada y agradecía a los policías luego de que localizaran a su hija sana y salva en un barrio del centro de Quito, la madrugada del 11 de julio

La menor, de 13 años, fue vista por última vez mientras caminaba por el sector de San Martín de Porras, en el sur de la capital, la tarde del 10 de julio.

Personal policial entregó a la chica a su progenitora e investiga el caso.

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