Este martes 17 de septiembre de 2024, por medio de su nueva abogada, Samara Solanda Rivera Saltos presentó un escrito ante las autoridades judiciales que llevan el desarrollo del juicio que se sigue en su contra y otros sospechosos por el delito de asociación ilícita, en la Corte Provincial del Guayas, en Guayaquil.

El esposo de Samara Rivera fue Jorge Luis Zambrano González, alias JL o Rasquiña, quien fue asesinado el 28 de diciembre de 2020 en un reconocido centro comercial del cantón portuario de Manta, en la provincia de Manabí, pese a que iba con escolta. El entonces líder principal del grupo de delincuencia organizada Los Choneros fue baleado dentro de una cafetería, donde además se venden otros alimentos. 

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La mujer fue vinculada en esta investigación por las supuestas gestiones irregulares que se habrían hecho para que su cónyuge, en el año 2020, unos seis meses antes de su asesinato, pudiera dejar la prisión. Estas acciones ilícitas se habrían llevado a cabo en complicidad con personal del Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) y posiblemente con gente que operaba en el sistema de justicia, de acuerdo a lo informado por las autoridades. 

En el documento presentado por Samara Rivera, mediante su nueva abogada, ella solicita que la audiencia prevista para este miércoles 18 de septiembre de 2024 sea reagendada, porque la jurista que ahora está a cargo de su defensa no habría tenido el tiempo suficiente para revisar el expediente, lo que no le permitiría hacer un trabajo adecuado, como señala en el documento: 

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"Son alrededor de más de 60 cuerpos en los que esta profesional del derecho deberá de leer, analizar y plantear una defensa proba, preparada para la defensa de la hoy procesada Samara Rivera Saltos, dada estas circunstancias es imposible para esta defensa técnica elaborar una estrategia de defensa efectiva". Hasta el cierre de esta nota periodística no se informaba públicamente si esta decisión era acogida o no.

En escritos presentados, incluso en este septiembre de 2024, la procesada Samara Rivera ha dejado constancia de que no está en Ecuador, por lo que también ha pedido que se le permita comparecer al juicio de manera virtual, a través de la plataforma Zoom. Su ubicación ha sido mantenido bajo reserva porque, según ha informado, su vida correría peligro. 

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