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Las personas, por desesperación, se treparon en todo tipo de vehículos durante la paralización.CARLOS KLINGER

Fin del Paro en Guayaquil: Estos son los ganadores y perdedores de la paralización

La paralización llegó a su fin, y con ella, el ingreso extra que muchos conductores ganaron. Algunos usuarios están aliviados, pues reportaron robos

Los cuatro días de paro de transporte dejaron bolsillos llenos para algunos, pero vacíos y llenos de miedo para otros. Los taxistas formales e informales, así como los dueños de furgonetas, camionetas, entre otros, se beneficiaron al convertirse en los ‘salvadores’ de los ciudadanos ante la falta de buses urbanos para movilizarse por Guayaquil.

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Sin embargo, la cara amarga de esta medida se hizo evidente por las tardes, cuando los ciudadanos que buscaban regresar a sus hogares después de la jornada laboral se enfrentaron a robos y abusos. Como resultado, tuvieron que pagar más de la cuenta para evitar ser sorprendidos por la noche.

La avenida Casuarina, conocida como la Entrada de la 8, se mantuvo repleta de taxistas y furgonetas hasta poco antes de que se anunciara el fin de la paralización.

Hasta la noche de este miércoles, solo 24 operadoras de buses habían reanudado actividades.CARLOS KLINGER

Fernando Plúas, dueño de un minibús, se encontraba estacionado en esa zona, ofreciendo el servicio de taxirruta, que consiste en transportar a varios pasajeros con un destino similar. En su caso, llevaba a personas desde la Entrada de la 8 hasta Chongón. “Comencé así para ayudar a los usuarios, porque a pesar del paro, todos tienen que salir a trabajar”, manifestó.

Antes del paro, Plúas solamente trabajaba en las mañanas haciendo expreso, pero la suspensión de buses le permitió generar ingresos adicionales, llegando a ganar unos 40 dólares diarios. “Con eso me ha alcanzado para tanquear y comprar algunos alimentos”, comentó.

Por su parte, Stalin Delgado, un taxista formal, también se adaptó a la situación realizando el servicio de taxirruta, ya que no todos podían pagar por un viaje personalizado.

“Cobro un dólar desde aquí (Entrada de la 8) hasta Ceibos o La Aurora, dependiendo del destino. Hay que ser conscientes”, explicó, y añadió que el lunes la gente estaba dispuesta a pagar más debido a la desesperación.

Aunque prefirió no dar cifras sobre sus ganancias durante el paro, señaló con humor: “Gracias a Dios, ha habido para comer un chaulafán”.

Conductor ofrecía su servicio de taxi ruta en la Entrada de la 8.JOFFRE FLORES

Stalin Bohórquez, un taxista informal, en cambio cobra 1,25 dólares por el servicio de taxirruta, pues según él “la gasolina ha subido cuatro veces este año”, pero el paro le permitió ganar lo suficiente para alimentar a los suyos.

De manera anónima, otro conductor de furgoneta que también realiza taxirruta explicó que decidió ofrecer el servicio para suplir la falta de transporte. No obstante, expresó su comprensión hacia los transportistas, ya que un conductor de bus puede ganar menos de 200 dólares diarios, de los cuales hasta 90 se destinan a combustible. “Hay que entender la situación de los transportistas. Todo sube y los 30 centavos ya no alcanzan”, comentó.

Ciudadanos sufrieron robos durante el paro de buses

Leonor, quien reside en el sur porteño, fue una de las tantas personas perjudicadas por la paralización del servicio de transporte público. Y no solo porque gastó de más y perdió mucho tiempo, sino porque su integridad también estuvo en riesgo.

Ella contó que la tarde del lunes regresaba hasta su hogar luego de acompañar a su sobrino a una capacitación académica en Sauces 4. La ruta que debían tomar la tenía clara. Desde la terminal terrestre agarró un transporte y a medio camino hizo trasbordo a un taxirruta. Todo parecía transcurrir con normalidad.

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Taxis y furgonetas se convirtieron en el paisaje constante en la Entrada de la 8 durante el paro.JOFFRE FLORES

Sin embargo, en uno de estos vehículos particulares que el Municipio autorizó para movilizar a los usuarios, un delincuente atracó a todos los pasajeros y al conductor del vehículo.

“Él subió como un pasajero más, ni parecía que tenía un arma para asaltarnos. Resulta que en el camino se paró, nos empezó a pedir las cosas; pero yo, intentando pasar como avispada, me escondí el teléfono en el pecho. El tipo lo vio y, cuando me lo volvió a pedir, me pegó en la cabeza con el arma que tenía. Gracias a Dios no me partió ni me hizo nada más, sino quedaba sin teléfono y herida”, narró. Ella dijo que era la única opción que tenía.

Para otros, el ‘dolor’ ha ido directamente al bolsillo. En el caso de Evelyn de los Ángeles, residente de la cooperativa 25 de Julio, en el sur, ya no quería seguir gastando más de 3 dólares por día.

La joven tomó, en los tres días de paro, furgonetas que hacen las veces de taxirrutas. Desde distintos puntos de la ciudad, como por ejemplo el centro, el noroeste o incluso de Durán, cada cinco minutos los carros salían en direcciones en las que ningún bus se observaba: el sur.

“Me demoro un poco menos, tal vez, pero igual es hasta peligroso. Cuando me voy en las mañanas debo cruzar toda la Perimetral y tengo que subir el paso peatonal que es oscuro y ando con miedo de que me roben, pero toca”, aseguró.

Ella se sintió afortunada porque en su trabajo, una oficina en el centro de la urbe, no le llamaron la atención por la hora de llegada el día lunes, primero de la paralización.

Gustavo Vera, vecino de Evelyn, también había optado por movilizarse en rutas. Por su parte, el camino había sido mucho más largo. Desde Durán había salido en bus hasta una parada en el Cementerio General, en el centro. Él caminó hasta la calle Padre Solano, donde las rutas estaban haciendo base para llegar hasta su hogar, en el sur. Sin embargo, hasta llegar a la vía Perimetral, la principal de su residencia, debía tomar otro transporte más: una tricimoto. “Gasto más del doble y llego en mucho más tiempo. Ya me canso de hacer tanto ‘trámite’ para llegar”, contó.

¿Qué dijo Aquiles Álvarez sobre el paro?

“Hemos decidido levantar la suspensión del transporte, a la espera de que la autoridad cumpla con su compromiso de incrementar la tarifa”, anunció este jueves Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug).

Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug).Jimmy Negrete

Con esta declaración, la organización puso fin a los cuatro días de paralización parcial de los buses urbanos en Guayaquil, a pesar de que todavía no se ha concretado su solicitud de aumentar el pasaje en 15 centavos.

Sarmiento confirmó que participará en las próximas mesas técnicas convocadas por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), donde volverá a exigir el ajuste tarifario. Sin embargo, recalcó que es imposible instalar aire acondicionado en las unidades actuales.

El alcalde Aquiles Álvarez, por su parte, señaló vía X: “Hoy reanudamos las mesas técnicas con los transportistas, avanzando hacia la transformación del transporte público. La única forma de lograrlo es con una planificación responsable y comprometida, como siempre hemos dicho y hecho”.

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