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Paro: El solo anuncio de protesta ya genera pérdidas
En Chimborazo, Azuay y El Oro, ciudadanos y representantes de gremios exponen cuánto afectaría otra paralización
La posibilidad de un nuevo paro nacional convocado por el sector indígena pone nerviosa a la población, en la provincia de Chimborazo, porque las últimas protestas causaron pérdidas humanas y materiales.
Teresa Muñoz es una ama de casa que, para ayudarse, prepara quimbolitos y humitas en la tarde. “Dios mío, es complicado. La última vez me quedé sin el capital que hice con la venta de un año, y en quince días se me fue todo, porque aparte de no trabajar, las cosas para subsistir se ponen carísimas, no hay gas. Espero que no se dé. Qué va a ser de nosotros, nos moriremos más de hambre”, manifiesta muy preocupada.
Es que las pequeñas economías son las más afectadas. En esto coincide Javier Pahiliacho, quien vende productos de limpieza y aseo personal. “Nosotros vivimos del día a día, con lo mismo nos damos la vuelta. Con un paro no tenemos ingresos y encima, si queremos comer una vez al día, tenemos que pagar hasta el cuádruple, los niños no pueden estudiar, sería el acabose”, insiste.
ALEJA A TURISTAS
Patricio Costales, director de la Cámara de Turismo de Chimborazo, indica que el anuncio de un posible nuevo paro incide ya en grandes pérdidas para el sector. “Con todo lo vivido, cuando muchos turistas se quedaron atrapados, ahora ante solo el anuncio muchos ya no contemplan el país como destino”.
El representante del sector añade también que la inseguridad jurídica y política sube el riesgo país y aleja las posibles pocas inversiones.
“El país no soporta más paros, si bien el reclamo de una parte de la población es válido, no se puede arriesgar más cierres de plazas de trabajo al quebrar negocios. Lo que se debería hacer es trabajar en veedurías para revisar a dónde va el gasto y optimizarlo”, acotó.
Las movilizaciones anteriores dejaron en la provincia una pérdida de unos $ 4 millones de dólares en el sector productivo y turístico.
Eso sin tomar en cuenta pérdidas en agricultura, que reportó miles de litros de leche que fueron tirados a alcantarillas, así como productos pudriéndose en el mercado. (PO)
AZUAY: “La paralización nos haría más pobres”
“Los de negocios pequeños somos los que más sufrimos en caso de un paro”, advierte María Zoila Morocho, propietaria de un negocio de venta de papas con cuero, en las inmediaciones al parque de San Blas, en Cuenca, provincia del Azuay.
“Con un eventual cierre de vías, van a escasear las papas y el cuero, productos básicos para lo que preparo. También los clientes van a ser menos”. ¿Qué vendo? ¿A quién vendo?, se pregunta. Por experiencias pasadas, sostiene que diariamente perdería unos 50 dólares. “Somos pobres, y medidas de hecho como una paralización nos harían más pobres”, remarca la mujer.
Zoila García, quien vive de la venta de artesanías en la Plazoleta Rotary, piensa de manera similar. “A más del desabastecimiento del gas de uso doméstico para la preparación de los alimentos, aunque también los productos alimenticios escasean, nos quedamos sin comida y sin ingresos”, destaca la artesana, quien calcula que con una medida de hecho perdería unos 60 dólares diarios.
Susana Coellar, expendedora en el mercado Nueve de Octubre, advierte que en los mercados de abastos todo estaría más caro. Señala que por la experiencia del paro de junio del 2022, si bien los mercados de la urbe no se desabastecieron, “hubo productos que fueron adquiridos a los agroproductores de la ruralidad azuaya. Claro, a precios algo elevados, pero nos permitió sobrellevar la crisis”, sostiene.
SE PREPARAN
José Granda, propietario de un surtidor de gasolina, cuenta que está tomando las medidas de prevención.
No dice cuáles serían esas acciones preventivas, pero precisa que la venta de carburante “no sufrirá mayores inconvenientes en caso de una paralización”.
En las cámaras de la producción y comercio y la de transportación recuerdan que la última medida dejó pérdidas económicas por alrededor de 10 millones de dólares en Azuay. (JM)
EL ORO: Creen que buscan desestabilizar al país
Los sectores comercial, artesanal, turístico y de transporte de la provincia de El Oro esperan que haya una solución ante los problemas del país y que no se realice un nuevo paro, porque recién se están recuperando en su economía.
José Ramos, presidente de los Artesanos de El Oro, indica que un paro les afectaría por distintos puntos. El primero es que se cierran las vías, lo que evita una movilización continua.
El bloqueo en carreteras desencadena en no poder trasladar sus productos y, además el no poder obtener la materia prima para seguir elaborando. El material proviene de la Sierra, de ciudades como Ambato, según explica Ramos.
MAYOR PERJUICIO
Entre los operadores turísticos se sostiene que con una paralización el daño es mayor.
“En los paros anteriores el perjuicio fue tremendo, se redujo en 80 % la productividad del país”, menciona Homero Castro, secretario de la Cámara de Turismo de El Oro.
El dirigente piensa que estas acciones son por intereses políticos de sus dirigentes y deduce que “el objetivo es desestabilizar el Ecuador económicamente” para adelantar elecciones y así llegar al ‘poder’.
TRANSPORTISTAS
Mientras que Jorge Granda, secretario del Sindicato de Choferes de El Oro, cree que un paro paraliza el transporte y esto desatará un sinfín de problemas económicos.
Asegura que las pérdidas en el último paro, que duró 18 días, fueron “tremendas”, porque las vías estaban cerradas y por precaución cesaron sus labores, por los saqueos y desmanes que observaban en otras ciudades.
“Cada quien es dueño de sus actos”, dice sobre las organizaciones que se unirían a la movilización; sin embargo, por parte de este gremio no hay alguna directriz, están al margen de lo que sucede. Ellos no quieren paro.