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El cuerpo fue sacado del agua y llevado a la orilla en una canoa. Su padre fue al lugar para corroborar que era su muchacho.CHRISTIAN VASCONEZ

“¡Papito mío, levántate!”, gritaba la madre al ver el cuerpo del chico que se lanzó al estero

La inconsolable mujer guardaba la esperanza de hallarlo con vida. Al ver su cadáver trató de acercarse a él. Suplicaba que fuera una pesadilla

“¡Dios mío, qué le vamos a decir a tu abuela! ¡Papito mío, levántate, esto es una pesadilla! ¡Por qué te hicieron esto, no eras un delincuente!”, gritaba desconsolada Ángela Sánchez, al ver que el cadáver del segundo de sus tres hijos yacía sobre una lancha.

A las 13:00 del pasado sábado Bryan Alexander Moreno Sánchez, de 26 años, fue sorprendido por dos agentes motorizados, durante un procedimiento policial. En su desesperación, el joven se lanzó a las aguas del río Guayas, frente a la cooperativa 5 de Agosto del Guasmo norte, en el sur de Guayaquil, aseguran sus padres.

Cuarenta y dos horas después, a las 07:00 de ayer, su cuerpo fue localizado en Puerto Roma, una comuna rural ubicada en medio del Golfo de Guayaquil, a hora y media del lugar donde se lanzó.

Luego de que Bryan Alexander cayera al afluente, sus familiares y amigos iniciaron su búsqueda. A las 09:00 de ayer, José Moreno Velásquez, padre del fallecido, se subió a una de las canoas donde agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) realizaban la búsqueda, para corroborar que era el cadáver de su hijo.

Familiares aseguraron que en el lugar hallaron tres indicios balísticos. Piden que se revisen las cámaras de seguridad de una empresa del sector.

Mientras tanto, su madre guardaba la esperanza de que estuviera con vida. “Pensé que por temor estaba escondido, ahora solo pido que se haga justicia. No mataron a un perro. Mi hijo era mecánico y esa tarde salió a botar basura, corrió por miedo de ser alcanzado por un tiro, porque el policía le disparó varias veces”, contó la señora.

Su madre fue contenida por sus seres queridos.CHRISTIAN VASCONEZ

Nada la consolaba

Ella no podía contener las lágrimas, ni el dolor que le provocaba confirmar que su hijo estaba muerto. En su desesperación trató de acercarse a la embarcación donde permaneció por más de dos horas y cubierto con un plástico negro el cadáver de su muchacho.

Sus familiares trataban de consolarla, le daban palabras de aliento, pero nada aliviaba el dolor de la progenitora, que el pasado 3 de febrero celebró con un pastel los 26 años de su hijo.

Versión de la Policía

El coronel Patricio Almendáriz, jefe del Distrito Sur, manifestó que el policía involucrado trató de ayudarlo y que incluso le tiró una soga para que salga del agua.

“Pero el joven no pudo agarrar la cuerda y se hundió en el río. En caso de que el policía haya incurrido en una falta será sancionado. Estamos pendientes de cualquier instrucción para proceder administrativa y legalmente. El agente sigue cumpliendo sus funciones”, informó el jefe policial.