El mayor anhelo de Sebastián Ricardo Echeverría Mendoza era conseguir un empleo que le permitiera, junto a su familia, mudarse a un barrio más seguro. Durante más de 20 años, sus familiares han vivido en un sector que se ha vuelto cada vez más peligroso, con frecuentes robos y asesinatos.

Te invitamos a leer: Colombia retoma la venta de energía a Ecuador para enfrentar la crisis energética)

Sin embargo, ese sueño se truncó la noche de este sábado 16 de noviembre. Cuatro sujetos vestidos como militares llegaron a bordo de un vehículo Hyundai Terracan, color gris y sin placa, hasta las calles Gómez Rendón, entre José Mascote y avenida del Ejército, en el sector de las casas colectivas, en Guayaquil.

Simulando un operativo, ordenaron a las personas que estaban afuera de sus casas ponerse contra la pared y, acto seguido, les dispararon.

Este ataque, ocurrido en una zona que pertenece al distrito Nueve de Octubre, dejó un saldo de dos muertos y dos heridos. Entre las víctimas mortales se encuentran Sebastián, quien había cumplido 19 años el pasado 5 de febrero, y Evelyn Liseth García Quintana, de 37 años. Los dos sobrevivientes fueron trasladados a una casa de salud para recibir atención médica.

Con este hecho violento, el distrito Nueve Octubre contabilizaba 111 asesinatos en lo que iba del 2024.

No habÍa luz en el sector

Llorando, en los exteriores del Laboratorio de Criminalística, la abuela de Sebastián relató el temor constante que vivía su nieto. Sebastián evitaba salir de su domicilio, ubicado en uno de los departamentos de los bloques del mencionado sector, por miedo a ser víctima de la violencia que azota la zona.

“Habían regresado de un rezo en la casa de un familiar. Su abuelo materno murió hace ocho días y estaban en la novena. Cuando llegaron, no había luz en el sector, por eso se quedó junto a sus vecinos conversando en la cancha frente a su casa. Al poco rato, aparecieron esos hombres vestidos como militares; seguramente llevaban uniformes falsos”, relató la señora.

En el lugar de los hechos, vecinos de las víctimas manifestaron que tanto los fallecidos como los heridos eran personas pacíficas y que no tenían problemas con nadie. Relataron que, cuando llegaron los atacantes, inicialmente pensaron que se trataba de un operativo realizado por miembros de las Fuerzas Armadas, debido a los uniformes que portaban los criminales.

“Evelyn adoraba a los animales. Siempre les daba de comer a los perros y gatos de la calle. El otro joven vivía en el condominio de al lado. Eran gente tranquila, no entendemos la causa de este ataque. Hace cuatro meses, cerca de la cancha, mataron a otro vecino. En esta ocasión, andaban con fusil. Escuchamos una ráfaga de tiros”, recordó un lugareño consternado.

Les dieron sin piedad

Una fuente policial reveló que los atacantes, vestidos como militares, ordenaron a las víctimas que se pusieran contra la pared, supuestamente para revisarlas, pero en ese momento les dispararon sin piedad.

“Después del ataque, los delincuentes huyeron en el mismo vehículo en el que llegaron. No había electricidad en el sector; la luz se había ido dos horas antes y regresó aproximadamente una hora después del hecho”, explicó un investigador de la Policía.

En el lugar del doble crimen, donde la mañana de ayer aún se podían observar rastros de sangre y los vecinos habían encendido velas en señal de luto, policías recogieron 10 indicios balísticos de arma de fuego.

¿Quiere acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete a EXTRA!