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Nueva moda en Guayaquil: Tomarse fotos con el edificio Fantasía como con la Torre de Pisa

Peatones del centro de la ciudad se detienen a ‘sapear’ y tomarse selfis frente al 'gigante' chueco. Los negocios cercanos describen ventas bajas

edificio Fantasía
Andrea y su pareja llegaron a posar en las inmediaciones del cerco del edificio Fantasía.Alex Lima

El edificio Fantasía lo ‘mueve’ todo, hasta el turismo y la curiosidad de la ‘pípol’. Todos los días, llenos de afán y entre risas vergonzosas (porque se sienten juzgados por quienes los observan), llegan ciudadanos a posar con la torre de Pisa ecuatoriana, ya sea sonriendo o haciendo como que la sostienen.

Para montar el ‘estudio fotográfico’ en pleno bulevar 9 de Octubre, algo que suele suceder durante los fines de semana, no hacen falta flashes, rebotadores de luz, ni cámaras costosas. Los teléfonos inteligentes son los ‘propios’ para retratar a los entusiasmados ‘turistas’ desde los alrededores del cerco que instaló el Municipio de Guayaquil por seguridad.

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La esquina de José Mascote y 9 de Octubre les ofrece la mejor perspectiva del edificio de 12 pisos que ha llamado la atención desde hace más de dos semanas. Y dos de esos peatones, Andrea y su pareja, hasta posaron para el lente de EXTRA en su visita a la nueva ‘atracción’ del centro porteño.

edificio Fantasía
Mariana y José, mientras paseaban por la ciudad, decidieron visitar la ‘zona cero’.Alex Lima

Aunque su recorrido por las calles del ‘corazón’ de la urbe fue fugaz, aseguraron que no dejan pasar la oportunidad de hacerse una gráfica “por si mañana ya no está” bromeó él, aunque ella admitió que lo hacen solo por ‘novelería’. “Un par de fotitos y ya, nada más”, dijo Andrea.

En motos también acuden a ver la edificación inclinada. Tres de estos vehículos livianos se detuvieron desde distintos puntos para llevar a cabo la misma acción: tomarse la selfi del año. Estaban emocionados de ver la estructura chueca.

Mauricio, un guardia de seguridad, se sorprendió de la gran inclinación y, aunque ya iba camino a su hogar luego de su jornada de trabajo, se estacionó en un parque de la calle adoquinada para hacer la foto.

“No me prestaría para el show de hacerme yo la foto, pero sí para mandarla a mis parientes a que se rían un rato”, manifestó. Él levantó su teléfono, hizo solo un par de imágenes y siguió su camino.

Mariana y José, que llegaron desde el Cristo del Consuelo en una moto eléctrica, en cambio se fueron preocupados. Les causaba intriga y hasta desazón saber que el edificio sería demolido y que sus propietarios perderán el dinero que invirtieron. “¿Por qué se esperó tanto tiempo para corregirlo?”, se preguntaba Mariana, casi embelesada observando la Pisa ecuatoriana.

¿Qué era lo que le llamaba la atención a Mariana del edificio Fantasía?

Ella pasó más de 10 minutos intentando resolver en su cabeza la causa del daño. “Aún me parece mentira cómo pudo haber quedado así. Le ‘hago’ a la albañilería y hay que ser bien ‘codo’ (tacaño) para que una construcción termine así de torcida (por la mala calidad de los materiales)”.

En cambio, Camilo, que también iba en moto con un ‘pana’, afirmó que la inclinación no se compara con la de la torre de Pisa. “He podido visitarla porque unos familiares viven en Italia y a este edificio le falta aún”, mencionó en son de broma. Y al igual que Andrea y Mauricio, él también le hizo fotos.

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Una mujer se paró en la mitad de la calle Esmeraldas a tomar una foto de la construcción.Alex Lima

Mientras el equipo periodístico de este Diario estaba en el sitio, algunos hasta decidieron pararse en media calle con tal de que el edificio le diga ‘whisky’ al teléfono. Una mujer fue la protagonista de esa escena. Otros, en cambio, solo observaban el edificio, pero no hay cómo negar que el Fantasía causa ‘fantasías’.

¿Quiénes son los afectados con la demolición del edificio Fantasía?

El panorama no es favorable para todos. Karen Guzmán, colaboradora de un local de empanadas ubicado al pie del cerco de seguridad, en cambio afirma que sus ventas han disminuido. “Ni se siente que la gente pasa por aquí. Lo hacen solo para las fotos”. Ella revela que el negocio donde labora es el único abierto. Una farmacia cercana prefirió ‘descansar’.

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