Mientras avanzan las investigaciones relacionadas con la narcofiesta en una finca en las afueras de Guayaquil, desarrollada entre la noche del 9 de mayo de 2024 y la madrugada siguiente, 16 de los 33 procesados buscan recuperar su libertad. Ellos han presentado solicitudes de revisión de medidas cautelares con el objetivo de que la prisión preventiva ordenada en su contra sea cambiada por una acción diferente.

Entre los peticionarios está Celso Moreira Heredia, el hombre que -según la información policial- festejaba sus 41 años en la finca de vía a la costa. Él, al igual que los otros implicados, habría sido encontrado con un arma de fuego. Por ese motivo, él y los demás sospechosos fueron procesados por tráfico ilícito de armas de fuego, delito sancionado con prisión de cinco a siete años, de acuerdo al artículo 362 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

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La audiencia en la que se decidirá si se cambia la medida en contra de los investigados ha sido agendada para el miércoles 29 de mayo, a las 08:30, en la Unidad Judicial Penal Norte 2, ubicada en los predios del centro comercial Albán Borja, en el norte porteño. En un oficio del expediente se advierte a los abogados de los procesados que, en caso de no comparecer sin justificación, se les impondrá una multa.

El 20 de mayo, mediante un oficio, la Fiscalía pidió autorización para “la explotación y extracción de toda la información de 224 teléfonos celulares que fueron decomisados en la narcofiesta. En el documento se describen las marcas y modelos de estos, pero también hay algo que llama la atención: que los estuches de cuatro celulares iPhone son descritos como bañados en oro. En el escrito no se precisa a quiénes pertenecían estos dispositivos.

Los procesados tras la narcofiesta que solicitaron esta diligencia a su favor fueron:

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