Diana Carolina Román, de 37 años, quien era sorda y muda, fue la víctima mortal de un voraz incendio que consumió en su totalidad la vivienda donde ella residía. Ella no alcanzó a salir y terminó calcinada.

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“Pensamos que se asustó al ver las llamas y se escondió tras una cómoda. Junto al mueble quemado se encontró su cuerpo”, señaló llorando un familiar, quien no salía del asombro por el hecho.

En la casa consumida por las llamas habitaban otras ocho personas, entre niños y adultos. Cuando todos salieron y se percataron de que Diana no estaba, arriesgando su vida, uno de sus hermanos ingresó a buscarla y no la encontró. El hombre resultó quemado en uno de sus brazos.

“Es una terrible desgracia lo que hemos vivido. Fue muy dramático porque todos gritábamos por la chica”, relató entre llanto Katty Tomalá, presidenta del barrio Carlos Rubira Infante, en la ciudad de Santa Elena, lugar donde en la madrugada se produjo el terrible hecho.

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A pesar de los esfuerzos de los elementos del Cuerpo de Bomberos que llegaron al lugar para apagar el fuego, la situación se volvió incontrolable debido a la explosión de un cilindro de gas. “La vivienda se prendió y no se pudo salvar nada”, lamentó el bombero Jorge Lainez.

Los bomberos, al remover los escombros, encontraron el cuerpo calcinado de la fémina. Los lamentos de los familiares conmocionaron a los presentes. “Dios mío santo, ¿por qué tuvo que ocurrir esto?”, decía entre lágrimas la moradora Carmen Borbor.

“La familia se ha quedado sin nada, no hay ni para los gastos fúnebres de Diana Carolina. Esperamos por ayuda”, comentó nerviosa Glenda Borbor, vecina de la familia que lo perdió todo.

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