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¿Qué motiva el robo de piezas históricas del monumento de la Independencia en Quito?
Aunque se realicen reparaciones, el patrimonio histórico se ve afectado. Quienes se llevan las piezas las funden para lucrar con ellas
Alrededor del monumento de la Independencia, de la Plaza Grande, Centro Histórico de Quito, se colocaron vallas luego de que varias piezas fueran robadas. La gente ya no se puede acercar y los arreglos, según el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), tendrán un costo de al menos 40.000 dólares y tomarán 45 días.
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El último robo se registró en la madrugada del sábado 20 de julio, unos sujetos se sustrajeron las hojas de acanto en relieve de bronce de esta estructura patrimonial. Esa vez fueron identificados y detenidos cuando se las llevaban. Sin embargo, ya hubo más robos: el IMP confirmó que en días anteriores se llevaron algunas letras del monumento y dos hojas más de bronce.
¿POR QUÉ SE LLEVAN EL PATRIMONIO?
Según Ramiro Endara, experto en patrimonio, en general estos robos se dan por delincuentes comunes que solo buscan lucrar con la fundición de los metales. “Difícilmente saben de patrimonio o de lo que representan esos objetos”, asevera.
Calcula que, por ejemplo, las hojas sustraídas costarían unos 20.000 dólares como objeto histórico, pero al fundirlas se obtendría la mitad. “Aunque se puede hablar hasta de menos. Ellos (los delincuentes) se conformarían con unos 5.000”, explicó.
TIENE VALOR HISTÓRICO
Si bien, el costo de las reparaciones las asume la ciudad, para el defensor de patrimonio la pérdida va más allá, pues aunque se hagan restauraciones ya no es lo mismo. “En realidad, la pérdida es incalculable porque es un bien que no se puede repetir”, señaló.
Este monumento también es conocido como Monumento a los Héroes del 10 de agosto de 1809 y se inauguró en 1906 para recordar la gesta libertaria. Las piezas que conforman el monumento de la Plaza Grande fueron talladas en Italia y trasladadas en barco y ferrocarril a Quito. Las hojas de acanto, según la tradición griega, representan el triunfo logrado con esfuerzo y dolor.
El procurador del Municipio de Quito, Andrés Segovia, presentó una denuncia formal del robo del 20 julio ante la Fiscalía. La audiencia para determinar la pena se desarrollará en los primeros días de agosto.
Los implicados podrían enfrentar de 3 a 5 años de prisión y el pago de uno 9.500 dólares por el daño. Ellos se encuentran en prisión preventiva.
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