Hace poco, en las calles Adela Bedoya y Serange, en Calderón, norte de Quito, había una relativa paz, que desapareció la noche del martes 2 de julio con el asesinato de uno de sus vecinos. Los moradores, que no quisieron identificarse por temor, contaron que la víctima aparentemente no tenía problemas con nadie. “Era muy saludador, educado”, dijo una habitante.

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Relataron también que el joven tenía una mochila con cuadernos y una hoja de vida impresa. “Parece que ha estado buscando trabajo”, aseveró una testigo.

Según Geovanny Maldonado, comandante del Distrito Calderón, dos sujetos perseguían al joven de 25 años a bordo de dos motocicletas. La víctima se metió a la cancha de vóley y allí fue liquidada con un tiro en la cabeza y otro en la mano. “Cuando llegamos ya no tenía signos vitales”, según el uniformado.

Contrario a la percepción de los vecinos, Maldonado confirmó que la víctima tenía antecedentes por extorsión y que además se determinó que consumía drogas. “Las investigaciones dirán si pertenecía o no a un grupo de delincuencia organizada”, agregó el comandante.

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La madre de la víctima llegó cuando los agentes de la Dinased se llevaban el cuerpo. Tal fue su impresión, que se desmayó, según los testigos.

Por ahora se maneja el caso como sicariato, pues los sujetos no se llevaron las pertenencias de la víctima. Otra vecina contó que quienes escucharon las detonaciones salieron enseguida para ver qué pasaba. “(Los atacantes) Se sorprendieron al darse cuenta de que sí conocíamos al chico”, comentó.

Enseguida, huyeron en las motos, cuyas características ya están en conocimiento de la policía para hallar a los culpables y establecer los móviles del crimen. “Por la zona no hay muchas cámaras, pero tenemos indicios”, precisó el agente. 

Los moradores explicaron que hasta hace poco su barrio era considerado tranquilo, pero que en las últimas semanas el peligro empezó a ‘acechar’. “En medio de un partido hubo un robo. Se acercaron con armas de fuego a los asistentes”, narró una vecina.

Sin embargo, esta es la primera vez que se registra una muerte violenta en el sitio. “A esto no habíamos llegado”, dijo la moradora.

Según el comandante de Policía Geovanny Maldonado, allí no se han registrado actos violentos. “De hecho, hemos tenido buen acercamiento con los vecinos”, agregó. Ahora ya tienen miedo hasta de salir al parque.

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