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El intruso que grabó a estudiantes en el baño de una universidad del sur de Quito
El sujeto admitió el hecho y dijo que "fue un rato de locura". La víctima lo encaró y pidió ayuda a otras personas para que retengan al sospechoso
Policías del Distrito Quitumbe recibieron una alerta de la central de emergencia 911 de que se registro un delito dentro de las instalaciones de una universidad ubicada en el sector de Las Cuadras, en el sur de Quito.
Cuando los uniformados llegaron al establecimiento educativo les indicaron que se dirigieran a la cafetería. En este lugar les esperaba una estudiante, quien estaba desconcertada, nerviosa e indignada por lo que le había sucedido.
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Los policías le entrevistaron a la víctima y ella les contó que aproximadamente a las 16:15 del 1 de octubre había ido al baño para hacer sus necesidades y nunca pensó lo que iba a pasar después.
¿Cómo sucedieron los hechos?
La joven sintió la presencia de un intruso. Observó hacia arriba y se percató que un sujeto desconocido la estaba filmando con un celular. Este, al parecer, había ingresado al baño de mujeres minutos antes.
Según el informe policial, la víctima esperó que el mirón salga del lugar y observó que mientras este salía se acomodaba el pantalón. La mujer lo encaró y le increpó de por qué el sujeto le estaba filmando con el celular.
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Además, le pidió que le dejara ver el teléfono, pero este sujeto se negó a hacerlo. La víctima logró arrebatarle el teléfono y se metió a la galería del mismo para ver lo que había grabado. En esta constaba el video de cuando ella hacía sus necesidades.
Por si fuera poco, había otra secuencia en la que se podía ver a otra chica en el baño. La afectada pidió ayuda y retuvo al sospechoso hasta que llegaran los policías a tomar el procedimiento respectivo.
¿Qué pasó con el sospechoso?
Cuando los gendarmes entrevistaron al mirón, este aceptó su responsabilidad y añadió que lo que había hecho "fue un rato de locura, por eso me disculpé con la señorita". El joven fue llevado a la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial en su contra.
El fiscal que llevó el caso lo acusó por el delito de violación a la intimidad y solicitó que el proceso quedara en investigación previa porque no se encontró el celular en el que constaban los videos prohibidos.
Al no encontrarse elementos para calificarse la flagrancia, el sujeto quedó en libertad.
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