Escoltados por una patrulla de la Policía Nacional, cuatro camiones del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses llevaban cadáveres para inhumarlos. Más de tres centenares de muertos yacían, desde 2022, en el Centro Forense Guayaquil.

A las 09:10 de este viernes 21 de junio de 2024, con 25º C y una sensación térmica de 31º C, según la aplicación del tiempo, partieron de Guayaquil rumbo a un cementerio de Quevedo, en la provincia de Los Ríos.

Tras los vehículos forenses -cada uno con un conductor y un copiloto- iban dos patrullas de la Policía, en cada una de ellas cuatro personas. Dos Chevrolet -un Groove color vino sin placas y un Grand Vitara beige- cerraban la comitiva.

Luego de que durante  23 días  decenas de cadáveres estuvieran sin refrigeración y bajo las altas temperaturas que enfrentó Guayaquil en esos días, el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses decidió abrir un contenedor para cambiarlos a otro contenedor que recién había sido arreglado.

Cuatro horas viajaron, por la carretera, para al fin llevar a esos cuerpos, todos por muertes violentas y todos N.N. (no identificados), para ser inhumados en el Camposanto La Paz, en Quevedo. Allí por fin descansarán, aunque sea de incógnitos. Será la tierra del olvido para ellos.

Los patrulleros hicieron sonar sus sirenas para que los vehículos que circulaban por la avenida Rodríguez Bonín, cerca del puente Portete, en el suroeste de Guayaquil, los dejaran pasar. Entre los carros, los camiones forenses se abrían paso. No iban más de 50 km/h. Pero una vez que tomaron la vía Perimetral, el acelerado llegaba a 70 km/h.

Luego de llegar a la oreja vial para entrar a la vía a Daule, el pedal fue más aplastado, los vehículos iban sobre los 90 km/h. La patrulla y el primer camión con cadáveres se habían adelantado. Los vehículos sin logo del Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses se quedaron atrás, casi atorados en medio del parque automotor.

Después de eso, una vez más, las sirenas comenzaron a lucirse. Los sonidos y sus luces abrieron paso entre los carros y buses. Hasta llegar a la altura de la Penitenciaría del Litoral, los vehículos se habían pasado varios semáforos en rojo. De pronto, ya en la E48, pasando el zoológico El Pantanal, no hubo quien los alcance. El pedal lo aplastaron a fondo.

A las 13:10 llegaron al camposanto. Allí, el equipo de EXTRA no pudo ingresar. En la oficina técnica forense de Quevedo hay “más de 10 casos, entre cuerpos, osamentas y restos óseos”, comunicó un funcionario de la entidad. Varios de ellos de 2023, de acuerdo con información dada, en febrero, por el Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Personas que laboran en los alrededores de la morgue de Guayaquil expresaron a EXTRA, al mediodía de ayer, que el hedor era leve. Desde la Unidad de Servicio Centro Técnico Municipal del Cabildo porteño no se logró divisar manchas de sangre ni huella de que los cuerpos habían sido sacados de los contenedores.

Desde la parte frontal de la edificación del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses tampoco se divisaba nada hacia la zona donde están ubicados los tres contenedores frigoríficos; un largo telón negro impedía la vista.

Un trabajador del sector, quien pidió que se resguarde su identidad, indicó que desde el miércoles de la semana pasada, todos los días el personal del Servicio de Medicina Legal limpia la zona.

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