En los treinta años que tiene como pescador, Felipe Alvear jamás pensó encontrar en el mar un cocodrilo, por eso al ver al animal que se había enredado en la red de su embarcación no dudó en sacar su teléfono móvil y grabar el momento.

El video, de más de un minuto de duración, se viralizó en las redes sociales. “Increíble, señores: hemos capturado un cocodrilo en el mar. Somos pescadores del puerto de Santa Rosa y estamos sorprendidos por esto”, dice en la grabación Alvear, a quien sus amigos llaman Colorado.

Él y sus dos compañeros con quienes andaba no salían de la admiración al ver el cocodrilo, de unos tres metros de largo, envuelto dentro del copo. Y aunque el animal rompió parte de los hilos, no pudo salirse.

“Tenía tremendo ‘pico’, que se abría a cada rato. En principio tuvimos algo de temor que nos ataque, porque se mostró feroz. Por eso aprovechamos un descuido para colocarle un palo en la boca y que muerda algo duro, así lo mantuvimos tranquilo”, dijo el Colorado.

Los pescadores se tomaron fotos y grabaron videos de la ocasión para testimoniar lo vivido. Estaban seguros de que sus compañeros dudarían de lo que ellos lograron atrapar.

DEVOLVIERON AL MAR

Los pescadores pasaron varios minutos analizando si llevaban al puerto aquel animal o si lo devolvían al mar. Luego de un consenso resolvieron lanzarlo de nuevo al agua. “Fue para no tener problemas con la Marina y la Policía Ambiental".

"De verdad nos asustó ver un cocodrilo en agua salada. Es que por lo general son de agua dulce”, señaló Felipe Delgado, otro de los pescadores presentes, al señalar que el cocodrilo se mostraba entre asustado y agresivo.

Byron Sánchez, testigo del inusual suceso, tiene una hipótesis: “para mí el cocodrilo llegó al mar llevado por la corriente de algún río desbordado por el fuerte invierno, quizás anduvo en algún tronco de árbol y se adaptó al mar”.

Llegó por los ríos desbordados

Al oceanógrafo Johnny Chavarría no le causa sorpresa que los pescadores del puerto de Santa Rosa hayan encontrado en altamar a un cocodrilo. Para él, esto se debe a que muchos ríos se han desbordado más de lo normal y han arrastrado hacia el mar a estas especies. 

Chavarría explica que el océano no es el hábitat de los cocodrilos y, sin duda alguna, estas especies no sobrevivirán mucho tiempo. “Deben salir hacia la superficie para respirar, entonces allí fue que se enredó en la red”, comenta.

La bióloga Mónica Carpio, quien labora en el área técnica de la Prefectura de Santa Elena, coincide con Chavarría: “son reptiles que fueron llevados al mar por el desborde de los ríos. Han ocurrido otros casos como el de Ayampe (Manabí)”, cuando los pescadores vieron uno de estos animales. “Eso fue constatado por el Ministerio del Ambiente y se llegó a la conclusión que todos los profesionales tenemos”, indica.