Era una madrugada aparentemente tranquila. Apenas el día anterior, Latacunga había vibrado con la tradicional fiesta de la Mama Negra, un evento lleno de color, música y cultura, mientras que el 11 de noviembre se conmemorarían los 204 años de independencia de la localidad, que además es capital de la provincia de Cotopaxi.

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Sin embargo, en medio de estas festividades, a la 01:20 del domingo 10 de noviembre, ocurrió una situación escalofriante que fue descubierta luego de que unos agentes de la Policía Nacional recibieran una alerta, a través del ECU 911, para que se movilizaran de inmediato a la calle 2 de Mayo, en el centro de la ciudad, a verificar una novedad.

¿Qué constaba en la escena del crimen en Latacunga?

Al llegar, se encontraron de frente con una joven de 25 años, semidesnuda, con manchas de sangre por todo el cuerpo y con sus manos y cuello atados con una soga de color rojo. Según un parte policial, ella estaba sentada junto a la puerta principal de un domicilio con numeración 6-38.

Por su condición, los uniformados solicitaron de inmediato la presencia de paramédicos para que la valoraran, pero aún faltaba su confesión.

Al ser entrevistada, la joven declaró a los agentes que acababa de matar a una persona: el hombre que la habría agredido física y sexualmente dentro de ese inmueble.

En consecuencia, los investigadores ingresaron al sitio y descubrieron que lo dicho por la mujer era verdad, pues en un dormitorio hallaron el cadáver de un individuo, de 62 años, tendido en el piso y con tres heridas en el tórax, provocadas presuntamente con un cuchillo.

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En la escena también se halló un martillo que, según las investigaciones preliminares, coincidía con las heridas que la joven presentaba en la cabeza.

Como parte de la investigación, fue detenida y llevada a una unidad judicial, donde fue procesada por el delito de homicidio.

La víctima necesita tratamiento

Durante la audiencia, la fiscal a cargo de la flagrancia, Germania Chicaiza, expuso ante el juez Édgar Cárdenas los elementos del caso e indicó que el tipo penal aplicable sería el de homicidio, conforme al artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), penado con prisión de diez a trece años.

Sin embargo, destacó que la procesada no intentó huir del lugar, sino que fue ella misma quien llamó a la Policía para reportar el incidente.

Además, el informe médico confirmaría que la joven sufrió golpes en la cabeza, lo que reforzaría su relato de haber actuado en defensa propia.

El Ministerio Público solicitó el inicio de una instrucción fiscal de 30 días para esclarecer los hechos y pidió medidas alternativas a la prisión preventiva para la procesada, como presentaciones periódicas y prohibición de salida del país, argumentando que la joven necesita tratamiento psicológico tras lo ocurrido.

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