“Cangrejos, carreras, o si tu mujer no te deja salir, yo voy y te saco. Yo llevo lo que sea”, ofrece Víctor Alfonso Cevallos, un taxista que elige la noche para laborar por las peligrosas calles de Guayaquil, al tiempo que conversa con una audiencia de cientos de seguidores en TikTok.

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Conocido también como el Taxista de Dios, este intrépido hombre de 32 años se ha popularizado en el mundo virtual por aventurarse, inclusive en la madrugada, en los sitios más conflictivos del Puerto Principal, tales como Socio Vivienda, Malvinas, Flor de Bastión e Isla Trinitaria. “Siempre he dicho ‘vamos con todo, menos con miedo’. Ando solo con la bendición de diosito”, dice el servidor, quien asegura que jamás ha sido víctima de la delincuencia.

Cevallos no comienza su jornada como los carreristas comunes que, sin rumbo alguno, circulan por las calles tratando de ‘pescar’ algún cliente. Alfonsokio -otro de sus pseudónimos- atrae a su clientela a través de transmisiones en vivo diarias en TikTok, que los fines de semana se extienden hasta por 10 horas.

“Yo no los conozco, esto es en vivo y en directo. A ojos cerrados, yo confío en ellos”, declara Cevallos, quien ha descubierto en esta plataforma una manera innovadora de hacer billete, incluso durante el toque de queda (00:00 - 05:00), ya que puede circular al ser un taxi amarillo.

Geovanna Golles, habitante del suburbio, pidió al Taxista de Dios un arroz marinero para entrega en su domicilio. “Quería salir a comer, pero me preocupa la delincuencia, y prefiero que él (Cevallos) venga aquí”, mencionó la señora.

Tal es la fama de este conductor tiktokero que el equipo de EXTRA constató un curioso encuentro. Mientras un motociclista ‘volaba’ por el centro de urbe, no pudo resistirse a saludar y hacer sonar su claxon en dirección a Cevallos. En un rápido gesto, le mostró que estaba ‘pegado’ al en vivo.

El Taxista de Dios comenzó con su ‘carrera’ como transportista de pasajeros en enero de 2023, luego de quedarse sin ‘camello’ tras laborar por 13 años en la logística de una empresa de publicidad.

Para su suerte, justo antes de salir de esa empresa había comprado un vehículo, el cual hasta hoy lo ayuda a sustentarse. Cuando inició como taxista, Cevallos adoptó el papel de ‘psicólogo’, escuchando los problemas de sus pasajeros. Después de dos meses en esta profesión, recuerda que su cliente Jéssica lo inspiró a realizar transmisiones en vivo. Ella lo elogió por ser muy buen ‘parlante’, lo que lo llevó a acceder y comenzar a transmitir desde junio de ese año.

En noviembre y diciembre, la audiencia de Cevallos se cautivó aún más con sus transmisiones, ya que compartía en vivo sus experiencias al realizar carreras por barrios peligrosos de la ciudad. Sus seguidores, conscientes del riesgo, le advierten constantemente que tenga cuidado.

No obstante, el punto culminante de sus vistas en vivo llegó durante la última semana del 2023, donde casi mil personas al mismo tiempo lo veían. Allí comenzó a ofrecer entregas a domicilio, distribuyendo combos de cangrejos, pollo frito, arroz marinero y más. Este cambio estratégico le reportó ingresos notables, generando entre 60 a 70 dólares diarios.

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“Cuando tú sabes que has pasado necesidad y has estado con 25 centavos en el bolsillo, ayudas a quien lo necesite. Cuando me dicen ‘apóyame’, es una palabra mágica para mí”, reflexiona Cevallos, quien hasta ha sido acusado de ‘pesetero’, por cobrar bajas tarifas.

En una de sus experiencias al volante, Alfonsokio recuerda que hace menos de dos semanas, vio a un misterioso niño caminando en una oscura calzada de la vía perimetral a medianoche, por lo que, como gesto solidario, decidió llevarlo a su casa sin cobrarle.

“Un niño de unos 11 años a esa hora tenía que estar en su casa, descansando, pero a él le tocó otra vida. Lo que me contó fue que trabajaba como cuida carros”, relata el conductor.

En otra de sus curiosas anécdotas, este conductor se topó con una niña paseando a su perro en medio de la noche, detalle que adquiere relevancia por el contexto en el que ocurrió la escena: era la 1:30 de la madrugada, en medio de un estado de excepción, y las calles del Suburbio estaban envueltas en un profundo silencio.

‘La novela turca’, como sus seguidores han apodado a las transmisiones de Alfonsokio, comienza cuando él se dirige a ‘El Cangrejón’, en Los Ríos y Colón, el lugar preferido de Cevallos para adquirir combos de cangrejos. Durante enero ofreció ofertas a $ 10 antes de la veda.

Alfonsokio ‘camella’ entre semana de 19:00 a 02:00, mientras que los fines de semana inicia a las 08:00 y, generalmente, concluye entre la 01:00 y las 02:00.

“Yo lo veo desde hace un año, le solicito carreras, pedidos y todo. Es un taxi seguro”, afirma Juan Iglesias, un fanático del contenido del taxista. Aunque se encontraba cenando en el cangrejal y tenía a Cevallos a pocos pasos de distancia, no dejaba de sintonizar su transmisión.

Gerardo España, uno de los moderadores de las transmisiones de Cevallos, comparte que brinda apoyo tomando pedidos y ayudándolo con las direcciones de entrega debido a la amistad que los une. “Me alegra mucho que esté subiendo, espero que mantenga siempre esa humildad”, expresa España, quien lo conoció siendo un seguidor más de Alfonsokio, pero luego de un tiempo se hicieron ‘panas’.

A corto plazo, Cevallos tiene la intención de establecer una cooperativa de taxis, debido a que ha encontrado en TikTok una forma de proveerse de más clientes. Su ahora amigo España colaborará en el proyecto.

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