El nerviosismo se ha tomado las calles de Puembo, parroquia del oriente de Quito, por el incremento de actos delictivos, según sus moradores. Personas como Édwin Cachago, de 42 años, aseguran que se ha terminado la tranquilidad que caracterizaba a este sector.

Cachago se dedica a colocar cámaras de seguridad. Este 28 de marzo, durante un recorrido de EXTRA, este ciudadano contó que su labor es más solicitada ahora, debido a los problemas de inseguridad. “Los robos son constantes y los causantes andan en motos”, detalló el morador.

Y la población tiene motivos para sentir temor. El 25 de marzo, dos sujetos fueron detenidos por el delito de extorsión, luego de amedrentar al dueño de un negocio, a quien le exigían 200 dólares por supuestamente darle protección. Mientas que el 25 de febrero, un habitante de Mangahuantag, comuna perteneciente a Puembo, fue asesinado a tiros.

Inseguridad en Puembo a manos de criminales en moto

“La gente se va a sus casas a partir de las seis de la tarde. Ya no es nada seguro caminar en las noches. Solo pedimos que vuelva la paz”, comentó una habitante de la calle Carlos Andrade Marín, uno de los puntos críticos de la parroquia. Ella tiene su domicilio cerca de un colegio cuyos estudiantes son víctimas frecuentes de asaltos en esta vía desolada.

La señora coincidió con Cachago al decir que los atracos los cometen criminales a bordo de motocicletas. “Hace 15 días ayudé a dos alumnos que fueron asaltados a mano armado”, indicó la mujer, quien prefirió no identificarse.

Según los habitantes, el incremento del hampa se ha visto desde la época de pandemia, pero se agudizó en la temporada de apagones. Además, Puembo ha registrado un aumento en su actividad económica, lo que podría ser otro detonante, analizaron los residentes.

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Los delitos cometidos no son denunciados en Puembo

Gabriel Tinajero, presidente del Gobierno Parroquial de Puembo, explicó que en la localidad se han registrado casos puntuales de actos delictivos, en lo que va del año. “Sí hubo el problema de un sujeto que robaba en moto, pero no han existido denuncias formales ante estos hechos”.

Según Tinajero, la falta de querellas en Fiscalía hace que la parroquia no aparezca, de forma estadística, como un sitio inseguro. “Al no subir las estadísticas, por norma no se tiene un apoyo adicional de la Policía Nacional”, indicó el funcionario.

Sin embargo, Tinajero acotó que se pidió la presencia de un equipo militar, conformado con cerca de 40 miembros, para que patrulle por la zona.

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