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Guayaquil
Lluvia en Guayaquil: Sectores del norte de la urbe reportan inundaciones
Carros dañados, motocicletas que no arrancan, tapas de alcantarillas que se levantan sobre los chorros y el tráfico es lo que va dejando la lluvia este 8 de marzo.
La ciudadanía reporta que las vías que conducen a la Alborada, Álamos Norte , Samanes, Sauces y Los Vergeles, solo por citar algunas, están colapsadas y bajo el agua.
A través de videos enviados a esta Redacción, confirman que los primeros estragos ya han empezado a darse. Hay carros dañados, motocicletas que no arrancan, tapas de alcantarillas que se levantan sobre los chorros, y por supuesto tráfico colapsado.
En la Francisco de Orellana, por ejemplo, hay quienes permanecen ya atascados media hora y lo que se avecina, como alerta Reinaldo Méndez, es peor. "Pensé llegar a casa a tiempo, pero me quedé atascado pasando la Kennedy. Llevo así ya media hora. Me preocupa porque debo llegar a Guayacanes, donde vivo. Siempre es lo mismo", se quejó.
Sauces, sin embargo, según reportan los usuarios es una de las zonas mas conflictivas. Todas las etapas presentan congestionamiento y también inundaciones. En la etapa cinco, la vivienda de Andrea Carvajal, se ha visto ya afectada y la familia ha tenido que subir sobre las mesas los electrodomésticos o artículos que podrían dañarse.
"Afuera todo es una completa piscina, no se ve nada. Me enoja que cada vez que cae un aguacero, Sauces tenga que sufrir tales consecuencias. No se asombren si los árboles se empiezan a cae como dominó, algo también común ", indicó Alejandro Soria, de la octava etapa; donde los negocios también lucen ya con agua.
OTROS SECTORES AFECTADOS
El tráfico por la vía Perimetral, a la altura de Isla Trinitaria, se convirtió en uno de los tantos sectores de la ciudad que se inundó completamente.
El caos vehicular se volvió denso, el mal estado de las vías se camufló porque no se veían los baches y transeúntes corriendo para intentar no mojarse.
Entre tanto, varias familias de este sector se reunieron, con escoba en mano, no para intentar volar en esta sino para sacar el agua de sus viviendas. Incluso, hasta los niños tenían que colaborar para intentar ayudar a que el agua no avanzara más, pero de poco servía.
Otro de los sectores afectados fue el barrio del Seguro. Varios locales se inundaron, pero ello no impedía que el comercio se afectara.
La gente seguía saliendo de sus hogares para comprar cola o algo de comer. Descalzos, con zapatos en mano, pero dispuestos a lograr su cometido.
Finalmente, Monte Sinaí y Flor de Bastión convirtieron sus calles en pequeños riachuelos con una corriente dura. Incluso algunos carros fueron arrastrados y la entrada a estos sectores quedaron incomunicadas.