A seis delincuentes, la jugada que pensaban cometer la mañana de ayer les salió mal. La policía les frustró el secuestro a un ciudadano chino y para colmo, en el enfrentamiento con los agentes, uno de sus cómplices falleció por un disparo que le propinó, al parecer, su propio compinche.

Este suceso, que parece sacado de una película de acción, se registró en las calles Seis de Marzo y Francisco Segura, en el Barrio del Centenario, sur de Guayaquil. Los antisociales, al verse rodeados por policías, huyeron y dejaron botado a su ‘pana’ de fechorías, cuyo cadáver quedó sobre la calzada. Para ingresar al negocio forzaron las cerraduras con una barra de hierro, objeto conocido como pata de cabra.

El coronel Fabary Montalvo, comandante de la Zona 8, explicó que la policía del servicio preventivo fue alertada a través de una llamada telefónica de que sujetos sospechosos habían ingresado a un domicilio.

“Al llegar al lugar los policías someten al conductor de un vehículo que se encontraba en la parte exterior de una bodega, los delincuentes que ya estaban en el interior reaccionan y realizan varios disparos de arma de fuego en contra de los policías, ellos se repliegan y se pasan a la acera de al frente. Motivo por el cual existe una persona abatida por los propios delincuentes, en el cruce de balas”, indicó Montalvo.

Sostuvo que el occiso es la persona que se encontraba conduciendo el vehículo Toyota Fortuner donde llegaron los antisociales, quienes huyeron en el mismo carro, hasta las calles Montevideo y México (sur), donde a la fuerza le quitan el auto Kia Picanto a un ciudadano que pasaba por el lugar.

“Existen indicios de que los policías también dispararon a este vehículo Toyota, ya que tiene varios impactos de arma de fuego. Amedrentan a un conductor y se le llevan el carro. Luego avanzan hasta el mercado de las Cuatro Manzanas (centro), donde abandonan el automotor que se llevaron y se suben a otro carro”, manifestó el comandante de la Zona 8.

Afirmó que existen dos hipótesis en torno a este hecho, una es el robo al negocio, sin embargo, por la forma en que operaron, la que toma más fuerza es que los malandrines llegaron para secuestrar al dueño de la bodega o a las personas que se encontraba en el lugar. “Para robar una bodega necesitarían un camión para llevarse todos los implementos, es por eso que pensamos que la intención era el secuestro”.

En el vehículo Toyota negro se encontró como indicios una radio Motorola, perteneciente a la Policía y un celular. (AEB)