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Dos turistas observan el cuerpo del Solitario George, que permanece expuesto en un lugar donde no le dé el sol y a una temperatura regulada.Andrés Morales / Parque Nacional Galápagos

Galápagos: Nadie olvida al Solitario George, la tortuga más famosa del mundo

A 10 años de la muerte del Solitario George, todos los turistas que llegan a Galápagos buscan conocerlo. Su cuerpo se exhibe en un cuarto especial.

Las islas Galápagos tiene una historia 'de amor' singular. Él famosísimo, ya. Su nombre: Solitario George. Ella, jovencita aún. El de ellos fue un ‘amor’ imposible. Por más que lo intentó, Sveva Grigioni, una bella joven Suiza voluntaria en herpetología, con una figura de envidia y de unos 22 años, jamás logró que su ‘pareja’ se estimulara sexualmente. Él, recontra famoso mundialmente, rondaba entonces entre los 90 y 100 años de edad.

Cuando Sveva llegó hasta donde estaba el ser con quien pasaría horas y horas enteras tocando y estimulando su miembro viril para que puede reproducirse, ella tuvo la opción de escoger a otros. Pero no, la joven se dejó subyugar por su fama y su misterio. Y ‘se fue’ con él.

Claro, cómo dejar pasar la oportunidad de relacionarse con quien es, hasta ahora, la tortuga terrestre más célebre del planeta: el Solitario George.

Desde que llegó al centro de crianza ubicado en la isla Santa Cruz, en Galápagos, y durante los siguientes 3 meses, Sveva Grigioni se sentó con él al menos 30 ocasiones, durante una o dos horas cada vez, en un intento por conseguir que produzca semen.

Por eso, a la chica la llegaron a conocer como “la novia del Solitario George”, testimonia la doctora Linda J. Cayot, en ‘La historia del solitario George. ¿A dónde nos dirigimos?’, un documento con gran valor científico escrito por la experta.

En el mismo, la ahora asesora científica para Galápagos Conservación asegura que cuando la estudiante suiza llegó hasta Galápagos ella le dio la opción de trabajar con los geckos (especie de lagartijas) introducidos. Pero fue George quien le llamó la atención.

Corría julio de 1993 y la bella suiza iba casi a diario a visitarlo a su corral. El trabajo de Sveva para estimular su interés en las dos tortugas hembras que lo acompañaban parecía dar resultado, pero él nunca copuló con éxito. Y así, hace 10 años, George se fue de este mundo sin dejar descendencia alguna.

La joven suiza Sveva Grigioni tuvo más de 30 sesiones de estimulación sexual al Solitario George.Cortesía documento 'La historia del solitario George. ¿A dónde nos dirigimos?’

Se salvó de ser comida para los piratas

Tenía entre 110 a 120 años, era enorme, pesaba unos 75 kilogramos y por muchos años, muchísimos, vivió solo. Fue el último de su especie. Un sobreviviente a la depredación que por décadas sufrieron las tortugas gigantes de Galápagos por parte de balleneros y piratas que arribaron a sus costas. Fue el Solitario George. Es el Solitario George, porque si de vivo fue una celebridad, de muerto pasó a ser una leyenda.

El pasado viernes 24 de junio, Galápagos recordó los 10 años de la muerte de este ejemplar de la especie Chelonoidis abingdonii, que se convirtió en el ícono de la lucha por la conservación de las especies en peligro de extinción y que, por lo mismo, concentró la atención de científicos de todo el mundo que intentaron por todos los medios su reproducción.

Hallado en diciembre de 1971 durante una expedición en la isla Pinta, por el zoólogo húngaro de la Universidad de Harvard, Joseph Vagvolgyi, cuando ya se creía que la especie había desaparecido, George dio nuevas esperanzas. Para entonces, se conocía que gran parte de la población de tortugas había sido usada como carne de consumo por los piratas y balleneros que llegaron hasta la isla Pinta.

El historiador y novelista Octavio Latorre realizó en el 2011 cálculos tentativos de la cantidad de tortugas, explicando que pueden pasar de un millón los individuos sacrificados por corsarios, balleneros y por los colonos, en los siglos XIX y XX. La introducción de las cabras y chivos al mismo tiempo terminó por destruir a muchas especies naturales.

Fue y aún Es la tortuga más famosa de las islas Galápagos. Luego de pasar por un proceso de taxidermia, su cuerpo se exhibe en un área protegida.

Su fama, su nombre y su valor para la ciencia

Luego de haber sido informados sobre la existencia de una tortuga en Pinta, en 1972 una expedición salió a la cacería de chivos y la recolección de muestras de especies, cuando encontró a George. Después, ante la necesidad de recursos económicos para continuar con las investigaciones, la World Wildlife Fund (Fondo para la Defensa de la Naturaleza) en Washington, Estados Unidos, difundió la noticia.

Para entonces, George Gobel, un popular personaje de la televisión ‘gringa’, tenía un programa en el que lo llamaban ‘El solitario George’, por lo que de inmediato dicho nombre fue adaptándose al de la tortuga. Y así se quedó.

Fausto Llerena fue el cuidador del Solitario George desde el día de su descubrimiento hasta la muerte del animal. Luego de eso, él se retiróCortesía Parque Nacional Galápagos

Para entonces, George Gobel, un popular personaje de la televisión ‘gringa’, tenía un programa en el que lo llamaban ‘El solitario George’, por lo que de inmediato dicho nombre fue adaptándose al de la tortuga. Y así se quedó.

Freddy Villalba, responsable del Centro de Crianza Fausto Llerena, donde se exhibe el cuerpo del Solitario George como fue en vida, luego de pasar por un proceso de taxidermia, explica que “siempre fue el símbolo de la esperanza para la ciencia, muy importante no solo por el individuo, sino por la especie en sí misma”.

Su genoma despertó interés en la comunidad científica y fue ampliamente estudiado para entender la capacidad de las tortugas de cómo vivir de manera longeva, tener una protección ante enfermedades como el cáncer y recuperarse fácilmente ante heridas graves.

Se calcula que el Solitario George tenía entre 110 y 120 años cuando murió, un domingo 24 de junio de 2012.

Durante el tiempo que George estuvo en su corral compartió con varios machos y hembras de diferentes especies, pero su comportamiento demostró que era un “soltero empedernido, nada social con tortugas o humanos”, es decir nunca se adaptó completamente a la vida en cautiverio. Además se engordó tanto que necesitó una dieta especial para mantener un peso saludable.

Pese ello, dice Villalba, al parecer entabló una especie de ‘amistad’ con su cuidador de siempre, Fausto Llerena. A él lo esperaba en su corral todos los días para la comida... hasta aquel domingo 24 de junio de 2012 en que lo encontró ahí, recostado. George no fue a recibirlo como siempre lo hacía. Había muerto. Y con él también murió el deseo de Fausto de seguir trabajando ahí. Se había ido su compañero, su amigo. Y Fausto se retiró de su trabajo. Hoy, el centro de crianza lleva su nombre, como un homenaje al hombre que siempre estuvo junto a la leyenda, el Solitario George.

Un guía explica a un grupo de turistas extranjeros sobre cómo funciona el Centro de Crianza Fausto Llerena, ubicado en la isla Santa Cruz.Andrés Morales / Parque Nacional Galápagos

El Centro de crianza Fausto Llerena

Aquí se puede escoger si se desea que la tortuga que nazca sea macho o hembra. Metidos en una incubadora completamente cerradas, sin que les dé la luz solar, a una temperatura de 29.5 grados salen hembras; a 28 grados, machos. 

Esta es solo una de las tareas en que emprende el Centro de crianza constituido en 1965 y que hoy lleva el nombre del cuidador de George, Fausto Llerena. Hasta la fecha, son más de 6 mil tortugas que han sido reintroducidas a las diferentes islas del archipiélago.