A Fernando Villavicencio lo querían muerto a como dé lugar. Es por eso que para el atentado en su contra utilizaron asesinos ‘profesionales’ y con un largo historial delictivo, aseveró el colombiano Carlos Rojas, investigador judicial y experto en seguridad ciudadana.

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El especialista explicó que para un magnicidio, los autores intelectuales se aseguran de contratar a sicarios colombianos, ya que son más efectivos y con más experiencia.

Para darle fuerza a su teoría, recordó el asesinato, en julio de 2021, del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y el crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en mayo de 2022, en ambos casos los ejecutores fueron colombianos.

“Los sicarios colombianos son más efectivos y con más experiencia. El delincuente de este país se especializa en eso, en matar, es por eso que generan más confianza en delitos políticos y de una envergadura mucho más grande. En este crimen pueden estar involucrados políticos de ambos países”, afirmó.

Horas después del crimen de Villavicencio, un oficial de la Policía reveló a EXTRA que la camioneta en la que se subió no tenía blindaje, pero sí vidrios polarizados, por lo que era difícil que desde afuera se vea al candidato. “Los que dispararon tenían precisión. Le dieron al bulto. Lamentablemente, uno de los tiros llegó a la cabeza”, afirmó.

Rojas también expresó que de acuerdo a lo que conoce de los colombianos detenidos por la muerte de candidato presidencial, ellos podrían pertenecer a una banda que tiene nexos con organizaciones delictivas de Ecuador.

“Son delincuentes a sueldo, la zona donde se mueven en Colombia tienen relación, es decir, es la misma zona geográfica. Pienso también que hubo falla en la protección al candidato, los tres anillos de seguridad fallaron. Lo montan a una camioneta no blindada, por el nivel de riesgo, él debía movilizarse en vehículo blindado”, manifestó.

Cinco de los seis detenidos por el crimen del presidenciable registran un amplio historial delictivo en su país de origen, de acuerdo a información revelada por autoridades colombianas.

José Neider López Hitas tiene un proceso por hurto calificado (2022), su zona de operación para el crimen era Cali.

Camilo Andrés Romero Reyes, un proceso por receptación con fecha agosto de 2019, el delito que se cometió en Bogotá.

Jules Osmin Castaño Alzates, concierto para delinquir (lo que en Ecuador se califica como crimen organizado) con fecha de julio de 2006, en el 2014 y 2017 por hurto, uno en el 2015 por fabricación y tráfico de droga, y en el 2019 por violencia intrafamiliar.

Jhon Gregore Rodríguez Góngora, en el 2007 y 2011 y 2022 por lesiones, en el 2012 por violencia intrafamiliar, en 2015 por fabricación, porte y transportación de arma de fuego.

Adey Fernando García García registra prontuario en el 2008 y 2013 por fabricación y porte de arma de fuego, 2014 por hurto, un proceso por violencia intrafamiliar, en el 2016, por violencia a un servidor público, en octubre de 2021, en Cali, en el 2017, por homicidio (fue sentenciado a 10 años de prisión, pero le dieron casa por cárcel), en el 2021 por tráfico y porte de droga.

De los detenidos, el único que no tiene antecedentes es Andrés Manuel Mosquera Ortiz. (AEB)

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