Para la Procuraduría General del Estado, el abogado Cristian Romero habría sido un líder dentro de la estructura delictiva que operaba el narcotraficante Leandro Norero Tigua, quien fue asesinado en la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, el 3 de octubre de 2022.

En la acusación particular del caso Metástasis se detalla que “su ámbito de acción se centró en ‘encaramelizar’ con sobornos a los denominados ‘jueces suicidas’ (dispuestos a perder su puesto por altos pagos)”.

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La Fiscalía también llegó a esta conclusión a través de la información extraída de los teléfonos de Norero, con los que mantenía el control de su red por medio de la aplicación de mensajería cifrada Threema. En la investigación se han atribuido chats a Cristian Romero, quien era abogado del narcotraficante, con el usuario Global Pax.

Sin embargo, el jurista ha sostenido, a través de diferentes escritos, que él no habría sido el creador de ese usuario, sino otro de los 52 procesados en el caso Metástasis: Helive Angulo, quien usaba el alias de Estimado.

Para demostrar su teoría, Romero ha pedido que se canalice, por medio de la asistencia internacional de la Fiscalía de la Confederación Suiza, una solicitud a la empresa Threema, para que colabore con esa información. En espera de la respuesta, el jurista ha pedido que se difiera la audiencia evaluatoria y preparatoria de juicio prevista para el 3 de junio de 2024.

Mediante otro escrito, tras argumentar más detalles para ser deslindado del chat que le atribuyen, Cristian Romero ha afirmado sentirse agradecido, “porque gracias a este proceso penal pude doblar rodillas y volver a los caminos de mi Dios y darme cuenta de que la soberbia, la ira, la injusticia, la avaricia, la lujuria, la codicia, la mentira y el adulterio se estaban llevando mi alma poco a poco al infierno”.

Además, ha sostenido que él pensaba que “tenía ganado un cupo en la vida eterna por ser bueno, ¡qué equivocado estaba! Pues yo vestía al desnudo, daba de comer al hambriento, daba de vestir al descalzo, daba de beber al sediento, era misericordioso”, entre otras virtudes que él se atribuye en un escrito que hace parte del expediente.

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Y para que lo entiendan mejor, manda a los jueces de un tribunal de la Corte Nacional de Justicia, a quienes va dirigido el documento, a “investigar los pecados mortales, hay tanta información en Google”. Finalmente, luego de una extensa explicación de las señales y llamados divinos que habría recibido, Cristian Romero concluye: “Hoy, señores jueces nacionales, les pido a ustedes analicen todo con sabiduría y sean justos; y me permitan regresar junto a mi familia y mis hijos”.

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