Exclusivo
Actualidad
Enigmas: Tulcaneña cuenta sus tres experiencias paranormales
A doña Zoila Cruz, los fantasmas la han perseguido desde que era jovencita. En una ocasión, esta tulcaneña vio una llama que estaba cerca de un grifo
Tres encuentros con lo paranormal han marcado a Zoila Cruz, una tulcaneña de 86 años, quien le reveló a EXTRA aquellas experiencias de terror.
(Te invitamos a leer: El encuentro paranormal de un restaurador en el convento de San Francisco de Quito)
En su juventud, doña Zoila alquiló un pequeño cuarto en un edificio del centro de Tulcán, sumamente lúgubre y tenebroso, donde, supuestamente, se paseaba el espectro de un cura decapitado. Sin embargo, jamás vio aquella aparición, sino el ente de una mujer.
“Preparé la comida para llevarle a mi esposo, que estaba en la planta alta. Tomé a mi hija y subimos unas gradas, en las que estaba parada una señora bien alta”, rememora.
Ese ‘cuco’ vestía de negro, pero no tenía zapatos. Doña Zoila pensaba que se trataba de una vecina, quien se vistió de esa manera para hacerle asustar. “Yo, al día siguiente, le reclamé, pero la vecina me dijo que no había salido”.
- Espíritus voladores y fuego
Luego de unos años, la señora se cambió de casa a una vivienda que estaba ubicada en un sector boscoso de Tulcán. “Viví en una casita que parecía chocita. Yo tenía la costumbre de mirar siempre por la ventana para vigilar”.
Y una madrugada no fue la excepción. Se asomó por el ventanal y vio algo que le paralizó: un espíritu con forma humana que flotaba.
“Era una almita blanca. Luego de que pasara, apareció otra, pero de un color un poco habano”, cuenta doña Zoila dentro de su local de venta de comida.
Finalmente, asegura que también se le apareció una llamarada. Sucedió hace cuatro meses en su actual vivienda. “Yo estaba parada cuando vi cerca de un grifo algo que iluminaba el piso. Cuando me acerqué, me di cuenta de que era un fuego que se esfumó después de unos instantes”.
(Además: Enigmas: 'Fieles' de la Santa Muerte le piden favores para 2024)
- El experto
Jorge Galárzaga, investigador y parapsicólogo colombiano, analizó el caso de doña Zoila. En su experiencia, hay una explicación, primero, para aquellas apariciones que tenían forma humana. “Se debía investigar las casas y quiénes habitaron en ellas antes que la señora. Muchas veces, cuando son lugares abandonados o viejos, se tienen este tipo de presencias”, refiere el especialista. Eso significa que la casa estuvo tomada espiritualmente.
Mientras que cuando hay la presencia de una llamarada es porque podría haber un tesoro escondido o algún tipo de entierro. “Además, significa que eso quiere manifestarse a alguien, como en este caso a la señora”.
Finalmente, dice que se debería analizar si la señora tiene un don espiritual para ver este tipo de manifestaciones, porque no todos tienen la capacidad de presenciar algo así. ¿Cómo se sabe? Recopilando todas las apariciones que ha visto a lo largo de su vida.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!