España puede ayudar mucho a Ecuador con "asesoramiento y entrenamiento de personal" de prisiones y de seguridad publica, "y también con tecnología, que es fundamental", resalta el nuevo embajador del país sudamericano en Madrid, Andrés Vallejo.

En una entrevista con EFE, repasa la relación bilateral, "muy buena y muy estrecha", con la intención de incrementarla y concentrarla más en aspectos sociales como desnutrición infantil, fortalecimiento de los sistemas de salud en zonas rurales, donde está la mayoría de la población indígena, y proyectos ambientales como la arborización de las cuencas hidrográficas.

Son cuestiones "más estructurales", más a medio y largo plazo, explica Vallejo con vistas a la renovación este año del Marco Asociación País, el instrumento de planificación estratégica-geográfica de la Cooperación Española con los países que le son prioritarios.

La semana del 20 de junio se celebrará en Ecuador una reunión bilateral para revisar las condiciones vigentes (2019-2022) y la ejecución de proyectos actuales, con la idea de plantear "este nuevo espacio de cooperación" con los objetivos mencionados, apunta el embajador.

El Gobierno ecuatoriano aspira a "multiplicar" su dotación, actualmente de un mínimo de 50 millones de euros. "Creo que estos proyectos que estamos planteando tranquilamente pueden estar -comenta- alrededor de entre 200 y 300 millones de euros" (215-320 millones de dólares).

 UNA INSEGURIDAD "FUNDAMENTALMENTE CARCELARIA"

El Ejecutivo ecuatoriano da una "especial importancia" a la seguridad, según Vallejo, y será uno de los asuntos de la reunión bilateral de últimos de mes.

"La falta de seguridad está fundamentalmente alrededor de lo que sucede en las cárceles (...) Es muy grave, y hay que enfrentarlo y solucionarlo, por supuesto", reconoce.

Y eso pasa por muchos factores: el "hacinamiento" y "la indudable intromisión de unos años a esta parte de los cárteles especialmente mexicanos relacionados con el narcotráfico".

La lucha del Estado contra el narcotráfico ha ocasionado ese hacinamiento, asegura. "La mayor parte de los cabecillas de los cárteles locales están recluidos en las cárceles, y esto es lo que ha originado todos esos enfrentamientos".

Son más de 400 presos muertos en poco más de dos años.

"Pero eso no debe confundirse -precisa el embajador- como situación general en el país, no es que lo que sucede en las cárceles sucede en las calles". Y agrega: "Yo diría que, en comparación con otros países latinoamericanos, Ecuador está en mucha mejor posición".

Admite, sin embargo, que los homicidios han aumentado; la Policía Nacional computó 1.200 muertes violentas entre enero y abril pasados.

"No estoy diciendo que no haya problemas de seguridad", insiste, sino que "son dos fenómenos totalmente diferentes".