Felipe Caicedo (Felipao), el futbolista que ahora vive en Dubái rodeado de glamour, una vez se puso los ‘chuzos’ de lona y jugó en la antigua Penitenciaría del Litoral de Guayaquil ante el asombro de todos.

EXTRA cubrió en 2012 índor fútbol con personas privadas de libertad. El torneo tenía un nombre larguísimo, pero EXTRA lo llamó simplemente la Peni Champions. Felipao, que en ese momento estaba en el Lokomotiv de Rusia, es un fiel lector de este Diario y decidió participar.

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Una madrugada de diciembre, a las 02:00, se puso en contacto. Había leído varias notas sobre el torneo de la Peni y su frase fue: “Cualquiera invita. Ese torneo me falta por jugar. Quiero estar en la Peni. EXTRA tiene que llevarme, el resto es mío”. Y no era broma.

Apenas llegó para esa Navidad, Felipe Caicedo estaba listo para jugar con los privados de libertad. EXTRA y los internos hicimos la solicitud para que el goleador y más personas ingresaran. Como refuerzos aquel 28 de diciembre estuvieron Cristhian ‘Chunchi’ Quiñónez, que jugaba en Liga de Loja, y Brayan de la Torre, de Barcelona.

Los internos no podían creerlo. Uno de los líderes de un pabellón en ese tiempo, llamado Tío Benito, entre risas dijo: “Ni estando afuera iba a ver y saludar a Felipao”.

Varios internos le recordaron a Caicedo que, cuando era un ‘pelado’, lo habían enfrentado en su paso por Rocafuerte, el equipo que lo vio nacer.

La mejor ‘jugada’ de Caicedo fue cuando pidió hacer los trámites para que ingresaran dos camiones, que llevaban 50 quintales de arroz, 280 pollos y cajas de aceite. Fue su regalo de Navidad, y EXTRA cubrió en exclusiva ese peloteo inolvidable. 

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