A pesar de haber sido demolida, la antigua 'casa embrujada' de Urdesa sigue siendo noticia. En el terreno vacío de las calles Costanera e Higueras, donde alguna vez se erigió esta casa, ahora solo hay tierra y maleza. Sin embargo, la tranquilidad de los residentes se ha visto perturbada debido a la creciente ola delictiva. Según denuncias recibidas por EXTRA, personas desconocidas han estado entrando y saliendo del lugar a través de dos huecos en el cerramiento de cemento.

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El predio fue demolido en febrero de 2020, durante la administración de Cynthia Viteri. Colindante con un ramal del estero Salado, el terreno ahora acumula desechos de todo tipo, desde zapatos y prendas de vestir hasta partes de vehículos, poniendo en riesgo el ecosistema.

Los residentes y trabajadores del área experimentan pánico diario y cuestionan qué pasó con los planes municipales para este sitio. En su momento, se discutieron proyectos como un centro de habilidades tecnológicas, un parque para Urdesa central, un nuevo Guayarte o una biblioteca, pero nada de esto se ha materializado.

Oliver Soto, vecino del lugar, lamenta la situación actual. "Para haber quedado como está, no se hubiese demolido la 'casa embrujada', al menos servía para tomarse fotos. Ahora genera temor de día y de noche", comenta. Soto ha registrado con su teléfono la entrada y salida de personas desconocidas, lo que agrava la desazón sobre la gestión municipal.

Durante un recorrido de este diario por el lugar, se observaron desechos y un neumático entre los restos de cemento, posiblemente resultado de un accidente de tránsito. En otro agujero, cerca del manglar, permanece una caseta con grafitis y un documento municipal emitido el 7 de junio.

Los residentes evitan pasar por esa acera, y quienes lo hacen apresuran el paso. Gabriela Gómez, otra vecina de Urdesa, expresa su preocupación: "Uno no puede arriesgarse a pasar por ahí, peor de noche. Urdesa cada vez está más insegura y estos espacios con huecos favorecen eso".

Gómez y otros residentes, como Nathalia Carrasco, esperan que el Municipio, liderado por Aquiles Álvarez, ejecute algún plan de recuperación del terreno. Carrasco sugiere que el lugar podría convertirse en un malecón con bancas, pérgolas y un club comunitario, aprovechando la cercanía del estero Salado.

EXTRA solicitó una entrevista con algún funcionario municipal para conocer los planes para el área, las acciones de seguridad y los retrasos en los proyectos, pero no obtuvo respuesta.

Mientras tanto, el misterio, pánico e interrogantes continúan marcando esta emblemática zona de Urdesa.

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