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Familia

Trate de sacarle los liendres en el baño o un lugar privado, en el que no estén personas que se burlen.Shutterstock

No solo combatas al piojo, sino también el bullying que tu hijo puede sufrir por estos invasores

Por las burlas y discriminaciones, los niños pueden aislarse, no quieren que les toquen el cabello, ni desean ir a la escuela. No solo te preocupes de la higiene del chico, también ponte pilas con su salud emocional.

Ves a tu hijo (a) rascarse constantemente el cuero cabelludo, pero no le ‘paras mucha bola’, hasta que te acercas y te percatas que entre las hebras de su cabello se asoma un piojo.

Inmediatamente sientes que te pica la cabeza, te ‘psicoseas’. “Es como una sugestión, como un mecanismo de defensa del cerebro que te pone en alerta de algo, es más o menos como préstale atención a esa situación”, indica la psicóloga Ericka Lozano.

Pero, ¿sabías que las diversas burlas y la discriminación que tu hijo recibiría por causa de estos invasores puede causarle más daño que el mismísimo parásito?

Ellos pueden aislarse al oír que le dicen: “No te juntes con esa piojosa”, esto dañaría su autoconcepto. También evitan que le cojan el cabello, lloran, no quieren ir a clases, se sienten menospreciados por los otros.

“La reacción de los chicos será según el nivel de valoración y autoestima que los padres infundan”, expresa la psicóloga clínica y docente parvularia Claudia Barahona.

Vergüenza y dolor

Como padre de familia cuida de exponer a tu pequeño delante de otros. “He visto madres que tienen sentadas a sus hijas tardes enteras, les pasan halando el cabello. Es como una tortura, a algunos niños no les gusta porque les duele la cabeza”, sostiene la maestra.

Otro punto que también hay que considerar es que por lo general les sacan las liendres delante de otras personas. “Los chicos son expuestos, es como una manía o sobreatención de parte de las madres, quienes en cualquier lugar les revisan la cabeza. Eso se da más en zonas populares, urbano marginales”, expresa Barahona.

Asimismo, en el caso de las niñas, de una larga cabellera pasan a cortes masculinos; eso a algunas las entristece y también con el cambio radical se evidenciaría más que le cayeron piojos.

No los culpes

“Eso te pasa por juntarte con...”. “Allí está, por no ir con trenza a la escuela”, esa u otras frases algunos padres de familia podrían decirle a su descendencia, pero no es correcto.

Lo que deben hacer es incluso contarle sus propias experiencias, revelarle que a ellos, también de niños, les cayó piojo y liendres, que esto es algo común, es un contagio que se puede resolver con un tratamiento, precisa Barahona.

EXTRAtips

1. Refuerza la autoestima de tu hijo (a). Enséñale a controlar sus emociones, para que el menor no sea afectado con los comentarios o las miradas de las demás personas, sean compañeros de la escuela, del barrio o incluso familiares.

2. Indaga si le hacen bullying (acoso escolar) por los piojos. Si lo están haciendo, mantén la calma, no hagas relajo, notifica en el plantel la situación y permanece en contacto con los ‘profes’.

3. Sácale los ‘invasores’ de forma ‘tapiñada’, no delante de todos. Hacerlo así aumenta el malestar en el pequeño. Puedes hacer el proceso en el baño o en un lugar donde no hayan ‘sapos’ o cargosos.

4. Enséñale a tu vástago a poner límites en los comentarios que recibe. Vengan de quien vengan: amigos, primos, hermanos, vecinos, etcétera. “Tus bromas me molestan”. “Tus comentarios no me gustan”, podrían ser las frases que el infante exprese con respeto.

5. Habla con los niños sobre el proceso. Que le vas a aplicar cierto tónico para que los piojos se vayan. Que le cortarás el cabello si está de acuerdo. Que si le duele cuando le sacas las liendres, te avise para hacerlo más suave, etcétera.  

“Los piojos pueden llegar a ser una causa de acoso escolar, ya que erróneamente se asocia este padecimiento con un problema de higiene. La presión social es fuerte”.Ericka Lozano, psicóloga
Hay varios tónicos que ayudan a combatir los piojos y liendres.Pixabay
“La escuela es un lugar propicio para ser contagiado de gripe, enfermedades de tipo viral y piojos. Tanto el niño como la niña son afectados emocionalmente”.Claudia Barahona, psicóloga y maestra