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El consumo de la colada morada durante la celebración del Día de los Difuntos se convierte en una importante expresión del sincretismo cultural en Ecuador.Richard Castro

Noviembre cautiva a los paladares con la colada morada

La colada morada y las guaguas de pan son dos productos tradicionales que se consumen por el Día de los Difuntos.

El 2 de noviembre de cada año se celebra el Día de los Difuntos, fiesta popular que se caracterizan por una mezcla de tradiciones y costumbres ancestrales.

Como tradición, cientos de personas van al cementerio a visitar a sus muertos, familiares y seres queridos con flores y plegarias en compañía de sus allegados.

A esto se suma una de las tradiciones gastronómicas que perduran en el Ecuador: la colada morada. Como parte de un rito ancestral se elabora y se consume esta bebida dulce a base de frutas, especies y harinas, cuyo origen es andino y se remonta a hace más de 5.000 años.

La preparación de esta costumbre culinaria denota una ritualidad que permite mantener vigente la receta. El uso de ingredientes como la harina morada, el mortiño, la mora, la frutilla, la piña, el babaco, la hierba luisa, el ishpingo y la canela hacen de este alimento un placer para el paladar, convirtiendo esta preparación en un gran potaje y fuente de vitaminas que aporta en su mayoría con energía a sus comensales.

Para el chef Carlos Gallardo —citado en un comunicado del Ministerio de Turismo— la colada morada es un alimento que expresa el mestizaje propio de nuestro país y es una simbiosis de la forma de ser de los ecuatorianos, porque “somos personas que recordamos aromas y sabores de la familia, de manera especial aquellos que elaboran las madres y las abuelas”.

Y junto a esa bebida, son infaltables las guagas de pan, con forma de figura humana decoradas con vivos colores, una herencia colonial de la costumbre de desenterrar los cadáveres de seres queridos para celebrar con ellos.

Aníbal Fuentes, ingeniero en ecoturismo y decano de la Facultad de Turismo, Hostelería y Gastronomía de la Universidad Técnica América, comentó a EFE que la “colada morada” representa la sangre y la guagua (niño en quichua) de pan, el cuerpo del difunto e hizo una analogía con la religión en la que se recuerda el cuerpo y la sangre de Cristo en la hostia y el vino consagrado.