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José Robles fue asesinado en su apartamento, en el centro de Guayaquil en 1996.Archivo EXTRA

El caso del Papa Noel criollo de Guayaquil: un homicidio que nunca se resolvió

José Robles era propietario de una picantería muy conocida en Guayaquil. Nunca se supo quién atentó contra la vida del manabita

José Robles se había ganado el cariño y respeto de la comunidad por su labor con los niños pobres. Su cuerpo, apuñalado y amordazado, fue hallado dentro de su departamento.  Conocido como el Papá Noel criollo, Robles era dueño de la picantería Don Pepe, ubicada en el centro de Guayaquil. Llegó de joven huyendo de la pobreza de su natal Jipijapa, Manabí.

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De carácter tranquilo y bonachón, se prometió que, cuando tuviera dinero, lo compartiría con los niños más necesitados. Por esa razón, cada diciembre se disfrazaba de Papá Noel para regalarles juguetes. Su buena acción fue reconocida por el Ministerio de Bienestar Social y la Asociación de Periodistas.

Soltero y sin compromiso, su vida transcurría entre su negocio de 30 años, su hogar en el 8.º piso de un edificio situado en las calles García Avilés y 10 de Agosto, y las idas esporádicas a un bingo ubicado en esa zona céntrica, donde había entablado una amistad cercana con un trabajador llamado Aldo. También mantenía una relación estrecha con otro individuo, Manuel.

José Robles era un reconocido y querido comerciante del centro de Guayaquil.Archivo EXTRA

Así fue el crimen de José Robles

Bastante cumplido con su horario, ya que solía llegar antes de las 05:00 para dar los últimos toques a los platos, su ausencia la madrugada del 4 de agosto de 1996 llamó la atención de un sobrino, quien preocupado envió a un empleado al departamento de su tío. A los pocos minutos, el colaborador regresó con la terrible noticia: José estaba muerto.

Los policías aseguraron que Robles había recibido tres puñaladas en diferentes partes del cuerpo y además estaba amordazado. El crimen fue perpetrado en una habitación que quedó desordenada, y posteriormente arrastraron el cadáver y lo escondieron en el baño.

En la escena se halló un cuchillo sin el mango. Las autoridades solicitaron la detención de Aldo como sospechoso del asesinato, a quien supuestamente Robles ayudaba económicamente, lo que luego él desmintió. Poco después fue liberado. El caso nunca fue resuelto. Sin embargo, se habló de robo o de crimen pasional.

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