Exclusivo
Actualidad

Los investigadores recorrieron varios lugares para encontrar el punto exacto donde el sospechoso enterró los restos.HENRY LAPO

Caso Letty Cando: el sospechoso del crimen intentó engañar a los policías investigadores

Durante la indagación del crimen de Letty Cando, el supuesto asesino, intentó desviar la atención y les hizo perder tiempo a los agentes

Los vecinos de Bellavista, en el norte de Quito, prefieren no hablar del crimen que habría ocurrido en la casa de Johnny Caiza. Unos tienen miedo, otros no quieren que la imagen del barrio se vea empañada.

Mientras tanto, la investigación en contra del sujeto por haber desaparecido y luego asesinado a la farmacéutica Letty Cando continúa develando nuevos datos del caso.

(Lea también: Presunta líder de una banda aliada a Los Lobos fue vinculada al proceso del caso de Fernando Villavicencio )

Según las pericias levantadas por la Policía, la cámara de seguridad de una panadería habría captado el momento en el que Caiza llega con la mujer, de 33 años, la noche del sábado 2 de septiembre.

Horas más tarde, la cámara de una vivienda registró el momento en el que el sospechoso subía —en fundas de basura—, las extremidades desmembradas de la víctima, hasta el parque Guangüiltaga, a unos 500 metros de su casa. Al menos hizo cuatro viajes.

Cuando los agentes ubicaron a Caiza para que confesara sobre el hecho violento, este les habría dicho que el crimen hubiese sido perfecto si él no respondía un mensaje.

Además, el sospechoso, luego de confesar a los policías que descuartizó a Cando, les hizo perder el tiempo al enviarles a sitios en donde no estaban los restos humanos.

Los habitantes del sector comentaron que el sospechoso no tenía trabajo y que pasaba solo en casa.

Una moradora, quien prefirió no identificarse, dijo que Caiza era un “chico raro”. Ella se cuestionó cómo un joven “con sus cinco sentidos” va a matar a una muchacha de esa manera. “Él pasaba casi todo el tiempo encerrado en los cuartos”.

Una mujer colaboradora

Letty Cando llegó a la capital hace ocho años para darle una mejor vida a su único hijo, según contó su hermano Alberto.

Johnny Caiza (rojo) vivía solo en un cuarto, en donde habría desmembrado a Letty Cando.cortesía

Ella trabajaba como farmacéutica en el dispensario del centro de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de la Magdalena, sur de Quito.

Unos días antes del crimen, a la mujer la trasladaron al dispensario de Chimbacalle y fue la jefa de Talento Humano de ese lugar quien alertó, el lunes 4 de septiembre, que Cando no había ido a trabajar y llamó a los familiares. Ellos viajaron desde Loja para poner la denuncia por desaparición.

El doctor Eddy Montalván, compañero de trabajo de la víctima, recuerda que ella era callada, pero trabajadora. “No importaba la cantidad de clientes que había en la farmacia, ella los atendía con amabilidad y despachaba a tiempo”, mencionó.

El galeno contó que le puso de apodo ‘Pollito arisco’, porque Cando era un poco reservada.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!