Eran las 11:30 del 28 de septiembre de 2021 y Elizabeth Viteri preparaba los alimentos para su hija de 5 años. De repente recibió un vídeo que ‘congeló’ su sangre.

En la grabación, de apenas nueve segundos, se observa cinco cabezas separadas de sus cuerpos, todas estaban juntas y una más al frente. Luego, a un interno jugando con una de ellas como si fuera una pelota. ¡Fue algo terrorífico! Al mirar detenidamente las imágenes, Elizabeth constató que uno de los decapitados era su conviviente, Arturo Jacinto Salazar Sánchez.

Desde septiembre de 2020, el milagreño Salazar Sánchez, de 34 años, cumplía una condena por delincuencia organizada en el Centro de Rehabilitación Social de Varones 1 de Guayaquil.

El martes, en el reclusorio, más de 100 privados de libertad fueron asesinados y otros 51 resultaron heridos.

Tenebrosa realidad

El miércoles 29,  aún incrédula -y con la esperanza de que lo que vio en el vídeo sea un error o montaje-,, la mujer reproducía el material audiovisual para buscar alguna similitud entre una de las cabezas que aparecían en el vídeo y el padre de su hija. Poco después, un listado donde aparecía el nombre de su amado, entre las víctimas mortales, corroboró su tragedia.

“Sí, es él. Es la cabeza de mi esposo, ya no tengo dudas. Horas antes conversamos por teléfono y me preguntó por la niña, me dijo que nos extrañaba. Él estaba en el pabellón 5 y le faltaban dos años para salir”, mencionó Elizabeth, mientras era rodeada por familiares de otros reclusos, quienes también aguardaban por el cadáver de sus seres queridos.

Otro caso

Escasamente a un metro de distancia estaba María Landázuri, la madre de Ronald Manuel Guerrero Landázuri, otro de los internos que al igual que Arturo Jacinto tuvo una trágica muerte.

“Mi hijo fue condenado a un año y seis meses, le faltaba poco para salir de la cárcel. Justo ese día (martes) cumplió 19 años. Me llamaron desde la cárcel diciendo que a mi muchacho lo mataron, él también estaba en el pabellón 5”, relató la dolida progenitora.

Pero el dolor no solo embargó a los parientes de estos dos guayasenses. Desde la provincia de Esmeraldas llegaron los allegados de Jorge Junior Valencia Lara, de 37 años, para retirar su cadáver.

Su hermana Maura Castillo contó que le enviaron una fotografía donde se observaban los restos de su ñaño. “El cuerpo de mi hermano aparece junto a otros cadáveres, ya vimos las fotos y se trata de él”, sostuvo.

Luego un oficial de Criminalística se dirigió a los parientes y les indicó: “tengan paciencia, en las próximas horas confirmaremos las identidades; estamos trabajando en eso, entendemos su dolor”.

Suplicio por tener información

Pero el dolor y la incertidumbre no solo embargan a los familiares de quienes ya corroboraron que su pariente consta entre los fallecidos o los heridos.

En los exteriores de la ‘Peni’, en el kilómetro 16.5 de la vía a Daule, durante la mañana y tarde de ayer casi un centenar de familiares suplicaban a las autoridades saber si sus parientes se encuentran entre las víctimas.

Otra progenitora angustiada era la de Marvin Alvarado Antocha. “Nadie nos da razón, nos dicen que tenemos que esperar que la Policía entregue la lista de fallecidos y heridos”, dijo Dora Antocha.

Aproximadamente a las 12:00 la angustia y la desazón de los familiares de los privados de libertad provocaron que por varios minutos cerraran la vía a Daule.

Un hombre que vestía un buzo blanco y gorra roja estaba rodeado de los parientes de otros reclusos. Sentado sobre el pavimento del kilómetro 16.5 de la vía a Daule, él clamaba: “Exigimos información. Nadie nos dice nada”. El reclamo se lo hacía a miembros de las Fuerzas Armadas, quienes resguardan el exterior del Centro de Rehabilitación Social de Varones N.1 de Guayaquil.

Minutos después, Bolívar Garzón, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), informó que se ha corroborado que 30 reclusos fueron asesinados y que aún están retirando otros 10 cuerpos de un pabellón.

“Ayer (martes) se activaron los operativos, que es de acuerdo a los protocolos; personal administrativo y del servicio están ilesos. Ya tenemos el control, el problema es que tenemos que ingresar, pero no lo hemos hecho por seguridad. La cifra puede aumentar”, manifestó el director del SNAI.

Agregó que los heridos fueron llevados al hospital y se les dieron todas la facilidades para que reciban atención médica. “Estamos trabajando para que vuelva la calma”, agregó.

Sin embargo, una fuente policial dijo a EXTRA que “aún no se puede hablar de una cifra exacta, porque hay cuerpos que todavía permanecen dentro de los pabellones. La Policía aún no tiene el control total”.

Antes del cierre de esta edición un oficial de la Policía Nacional confirmó el asesinato de 110 privados de la libertad y que existen alrededor de 51 PPL heridos. (AEB)