El caso de Karina del Pozo, ocurrido en febrero de 2013, estremeció a Ecuador por la brutalidad del crimen. Ella era una joven modelo de 20 años, quien desapareció tras salir con amigos. Luego de varios días de búsqueda, su cuerpo fue hallado en una zona desolada en las afueras de Quito.

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Las investigaciones revelaron que sus propios acompañantes acabaron con su vida, en un acto de violencia que conmocionó al país. Este suceso marcó un antes y después en la legislación ecuatoriana, ya que impulsó la tipificación del femicidio.

El 19 de febrero de 2013, Karina fue vista por última vez cuando salió de una fiesta con amigos. Sin embargo, no volvió a casa. Su familia, preocupada, denunció su desaparición y comenzó una intensa búsqueda que culminó días después con el hallazgo de su cadáver en el sector de Llano Chico, en el noreste capitalino. Las autoridades determinaron que había sido asesinada con extrema violencia, lo que generó una ola de indignación pública.

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Las investigaciones señalaron a tres jóvenes, quienes habían acompañado a Karina la noche de su desaparición. Los implicados en este caso fueron sentenciados a 25 años de prisión. Los tres habían sido parte del grupo que salió con Karina la noche de su desaparición.

El caso se convirtió en un símbolo de la lucha contra el femicidio en Ecuador y en respuesta a la indignación nacional y al creciente llamado de justicia, el caso de Karina del Pozo fue un catalizador para que en agosto de 2014, Ecuador incluyera el femicidio en su Código Orgánico Integral Penal (COIP).

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