“¡Uy! ¡Qué raro se me hizo!”, dijo Brith Vaca cuando se refirieron a ella como vicealcaldesa de Quito. Con 15 votos, la concejala fue designada como la segunda al mando del cabildo, la mañana de ayer.

La sesión ordinaria, la primera convocada por el alcalde  Santiago Guarderas, estuvo marcada por la división de criterios entre los ediles. Por un lado, el movimiento Fuerza Compromiso Social (Revolución Ciudadana) advirtió que esa bancada no participaría en la elección.

El edil Luis Reina incluso puso en duda de si la sesión era legal, pues aún espera por la resolución de la Corte Provincial, por la acción de protección solicitada por el alcalde removido, Jorge Yunda. “Si alguna acepta (la designación) será a nombre personal”, insistió.

Fue el concejal Fernando Morales que propuso la candidatura de Vaca. “Cualquiera de las compañeras podría asumir la Vicealcaldía con total solvencia. Brith Vaca vino por el movimiento Fuerza Compromiso Social, en este momento donde la ciudad necesita atención”, aseveró.

Luego del debate, con argumentos a favor y en contra, el Concejo Metropolitano le dio 15 votos a favor y ni siquiera admitió una revisión de esa votación.

De la mano de la Revolución

Ella fue la fundadora del movimiento Fuerza Compromiso Social que apoyaba a Yunda. Pero la edil puso la balanza hacia su remoción la madrugada del 3 de junio.

Ayer aceptó la designación y juró servir a la ciudad frente al nuevo alcalde. Entre los temas pendientes a trabajar desde su nuevo puesto están: la reactivación de los Guagua Centros, la prevención del consumo de tabaco y drogas, la participación ciudadana, la paridad de género.

Dijo, además, que se meterá de lleno en el desarrollo de la obra del Metro de Quito. “Proyectos hay un montón, lo que nos falta es tiempo”, agregó.

Vaca es doctora en psicología. Cursa la maestría en investigación en Educación de la Universidad Andina Simón Bolívar y fue elegida como concejala urbana en 2019. Sus ejes de trabajo, presentados para su elección, son: inclusión y diversidad, gestión del territorio, participación y fiscalización, económico - productivo y cultural.

Ediles como Juan Manuel Carrión, Mónica Sandoval y Elena Coloma le expresaron su apoyo y calificaron la posición del bloque revolucionario como coercitivo. “Pensar distinto no puede ser un pecado”, dijo Sandoval.

En la calle, Andrea Garzón, trabajadora privada, dijo no entender las complicaciones legislativas del Municipio, lo que sí sabía es que la paridad de género debió respetarse desde la anterior gestión. “De lo que entendí es que si el alcalde es hombre, el vicealcalde debía ser mujer y recién lo hacen”.