"Mi mayor sueño es llenar el estadio Atahualpa", revela Blanko en una entrevista exclusiva para EXTRA. A sus 21 años, el joven quiteño se ha convertido en un fenómeno musical en redes sociales y plataformas como YouTube y Spotify, donde acumula millones de oyentes mensuales, un logro que solo un reducido grupo de artistas ecuatorianos ha alcanzado.

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Pero Blanko no siempre soñó con ser artista y tampoco viene de una familia de músicos. Al principio, su meta era convertirse en futbolista. Sin embargo, en 2020, con solo 16 años, su vida dio un giro de 180 grados cuando la pandemia del Covid-19 lo obligó a quedarse en casa. Fue en ese confinamiento que descubrió su verdadera pasión: la música. 

A los 12 años, cuatro años antes de ese cambio en su vida, aprendió a tocar la guitarra, un pasatiempo que su padre le compartió y que, con el tiempo, Blanko adoptó como propio.

En esos días también nacieron sus primeras letras y composiciones, las cuales, años más tarde, lo definirían como cantautor y lo llevarían a admirar a artistas como el español Quevedo y el puertorriqueño Jhay Cortez, no solo por su talento como intérpretes, sino también por su habilidad a la hora de componer. 

La influencia de las redes sociales

La trayectoria de Blanko ha estado fuertemente influenciada por las redes sociales. Desde su casa, sin una disquera que lo apoyara pero lleno de sueños y ganas, supo aprovechar las enormes oportunidades de la era digital para construir una carrera sólida y establecer su nombre, logrando miles de seguidores alrededor del mundo, lo que lo proyecta hoy como una de las grandes promesas de la música urbana en Ecuador. De hecho, el rol de estas plataformas en su carrera es tan importante que incluso su nombre artístico se lo debe a ellas.

"En mis inicios, para lanzar mis primeras canciones, necesitaba un nombre, así que les pedí a mis seguidores en Instagram que me dieran ideas para un nombre artístico", cuenta. Así fue como una de sus seguidoras le respondió con el nombre de "Blanco". "Me llamó full la atención, estaba chévere. Ella había puesto 'Blanco' con 'c', pero yo lo cambié por una 'k' para que sonara más original", revela entre risas. 

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Actualmente, Blanko cuenta con más de 63,000 seguidores en Instagram, más de 1.4 millones en TikTok y más de 1.4 millones de oyentes mensuales en Spotify. Además, sus videos en YouTube, subidos en el canal oficial de su disquera, Emporio Records, también acumulan millones de reproducciones. 

La llamada de Sech que cambió su vida

Blanko comenzó su carrera creando remixes de canciones de artistas populares y publicándolos en su cuenta de TikTok. "Ponía mi propio verso en temas de artistas como Sech, Lunay, Karol G, Danny Ocean y muchos otros". Lo hacía desde su cuarto, con solo un celular, un instrumental y unas luces LED como herramientas.

Los remixes, una estrategia que se ha vuelto popular entre los artistas emergentes que buscan destacar en el mar de contenido de las redes sociales, le permitieron no solo mostrar su talento, sino también posicionarse dentro de nichos de mercado ya establecidos, al asociar su trabajo con nombres reconocidos en la industria. 

Además, le brindó un mayor alcance orgánico y le permitió interactuar directamente con una audiencia que comenzaba a conocerlo y a admirarlo, lo que, con el tiempo, hizo que su público le pidiera escribir sus versos en nuevas canciones, ya que querían seguir escuchándolo.

Fue en esa época cuando Blanko lanzó un remix de la canción "911" del cantante panameño Sech, quien para entonces ya era una estrella mundial de la música urbana. El artista vio el video, lo comentó, lo subió a sus historias de Instagram e incluso le hizo una videollamada. "El hecho de que Sech me dijera 'eres duro, sigue dándole', marcó un antes y un después en mi carrera", confiesa Blanko, con una sonrisa en el rostro que deja entrever que ese fue un sueño cumplido. "Gracias a esa llamada y a los remix que hice luego, pasé de ser conocido solo por la gente de mi colegio a que personas de todo el mundo comenzaran a seguirme".

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Después de ese primer gran momento, Blanko conoció a Sebastián Jácome, conocido como Sebas J, CEO de Emporio Records, la disquera a la que actualmente pertenece. "Gracias a los remixes y, específicamente, a Sech, fue que mi actual manager, Sebas J, me vio. Él ni siquiera sabía que era de Ecuador. Me escribió y desde 2022 estamos trabajando juntos, firmé con Emporio Records", cuenta. 

Antes de alcanzar este momento, Blanko no la tuvo fácil, pues la industria de la música es un negocio y para ganar se tiene que invertir. Él mismo relata que al principio "era súper jodido" conseguir el dinero necesario para grabar una canción. "Pedía como regalo de cumpleaños o de Navidad que me ayudaran a financiar mis temas. Para mí, grabar un video musical en ese tiempo era prácticamente imposible". 

El apoyo de sus padres fue determinante desde el primer día en que les confesó que su sueño era dedicarse a la música. "Me han apoyado demasiado", dice. Aunque reconoce que al principio pensaban que solo era un pasatiempo. "Les demostré poco a poco como iba creciendo, los logros que iba teniendo. Mi mamá vio un show donde todo un teatro coreaba mis canciones. Ahora ella es mi fan número uno". 

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El amor por Ecuador

Al ser preguntado por qué no decidió irse a otro país para construir su carrera, dado que en Ecuador no existe una industria musical sólida, Blanko responde que el amor por su país y el deseo de mostrarle al mundo el talento que hay aquí fueron los motivos que lo hicieron quedarse. "Desde que comencé en la música mi meta nunca ha cambiado y es poner la bandera de Ecuador en lo más alto".

'La sin sentimientos', el éxito que nació en medio de un corte de luz

'La sin sentimientos' es el último sencillo de Blanko, en el que colabora con el cantante cuencano Alex Ponce, quien también se ha consolidado como una de las figuras más destacadas de la música en Ecuador. El tema se estrenó a finales de octubre de 2024 y, en tan solo dos meses, tiene cerca de 5 millones de visitas en YouTube.

En resumen, la canción narra la historia de un hombre que se enamora perdidamente de una mujer a la que apodan 'La sin sentimientos'. A pesar de lo que siente, descubre que ella es una mujer que juega con los corazones de los hombres, sin comprometerse realmente en ninguna relación.

Blanko comenta que, aunque se conocían desde hace cuatro años, no fue hasta abril de este año cuando decidió proponerle a Alex colaborar en una canción. Durante uno de sus viajes a Ecuador, ya que Alex vive fuera del país, se quedó tres días para trabajar en el tema. "Todos los días llegábamos al estudio a las 9 de la mañana y salíamos a las 3 o 4 de la mañana. Así fue durante los tres días". 

El resultado de estos días de trabajo fueron cuatro canciones, justamente la última fue 'La sin sentimientos'. "Cuando estábamos sacando el coro de la canción, se fue la luz", cuenta Blanko. Durante el mes de abril, Ecuador experimentó cortes de energía eléctrica consecutivos debido a una crisis en el sector energético. 

Era alrededor de la medianoche y Alex tenía un vuelo en avión a los Estados Unidos a las 4 de la mañana, pero en lugar de dejar el tema para después, decidieron seguir adelante, usando dos guitarras acústicas y las linternas de los celulares. "Nos quedamos haciendo la canción porque sabíamos desde el primer segundo que escuchamos ese sonido que lo que estábamos haciendo era especial". 

La energía eléctrica regresó cerca de las 3 de la mañana, para ese momento ya habían terminado de escribir la canción, que grabaron de inmediato. "Alex grabó sus voces y luego se fue a los Estados Unidos". 

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El sueño de llenar el Estadio Olímpico Atahualpa 

Blanko confiesa que uno de sus sueños más grandes es poder llenar algún día el Estadio Olímpico Atahualpa de Quito con un concierto suyo. "Cada vez que paso por allí, me imagino el cartel anunciando mi show". 

También reafirma que otra de sus metas es llevar la bandera de Ecuador lo más alto posible con su talento y seguir creando música. "Uno de mis sueños más grandes es hacer que mi país se sienta orgulloso", concluye Blanko. 

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