Las investigaciones por el homicidio de un recién nacido avanzan y la Fiscalía ha detectado declaraciones de testigos que no coincidirían en sus relatos, así ha quedado expuesto en el expediente del caso, en el acta de la última audiencia realizada en Quito para vincular al sargento de la Policía Nacional Segundo Campuez, como segundo procesado en este caso. 

Esa diligencia se llevó a cabo el 17 de octubre de 2023, mientras que el 4 de septiembre empezó la instrucción fiscal, cuando se formularon cargos en contra de la estudiante de Enfermería Angie Campuez, hija del uniformado. Con la última audiencia, el tiempo de investigación se amplió por 30 días. Es decir, que las pesquisas por este suceso culminarían el 16 de noviembre.

La joven y su padre son investigados porque para el Ministerio Público la muerte del neonato no fue a causa de una caída o por otro hecho accidental, sino por un estrangulamiento, según se detalla en los documentos del proceso judicial. En los escritos se explica que al analizar el cuerpo se determinó que tenía tres raspones posiblemente ocasionados por la fricción y presión de las uñas de alguien, además de marcas de lesiones que “corresponden a una estrangulación por mano”. También en su cráneo fue hallada evidencia de un golpe directo, en la zona frontal, y otras marcas en el rostro.

(Lee también: Iván Kaviedes dijo que pertenecía a una organización delictiva, explicó la Policía)

Otra situación que incrementaría las sospechas de la Fiscalía para tratar el caso como un homicidio son las versiones que han dado algunas personas, porque no habría concordancia entre los sitios en los que cada uno se ubica en la escena. “Tres testigos manifiestan que estaban en lugares diferentes”, se señala.

El deceso del neonato ocurrió el 3 de septiembre en el sector El Inca, del norte capitalino, y la progenitora habría quedado inconsciente cuando tuvo a la criatura, en su habitación, mientras que su padre -luego de que fuera llevada a un hospital- encontró al bebé cuando supuestamente iba a buscar un pantalón de su uniforme. 

Por ese motivo fue vinculado al caso, porque para la Fiscalía el hombre fue quien tuvo mayor contacto con el bebé, debido a que la joven habría estado desmayada y luego fue trasladada a un centro de salud.

(Además: Quito: Dos jóvenes se ‘esfumaron’ en el mismo perímetro mientras otro fue hallado muerto)

¿Qué ha dicho ella?

En el acta de la última audiencia se menciona que la progenitora alegó desconocer que estaba embarazada y mucho menos que sabía de la existencia del bebé. En la versión de la joven, ella ha dicho que estaba confundida y que había conversado con su novio acerca del resultado de una prueba de embarazo que se hizo a finales de agosto. Sin embargo, esperaría hasta el domingo 3 de septiembre (día del suceso) para realizarse una ecografía.

Angie Campuez comentó que la noche anterior, al acostarse, sentía un fuerte dolor en el vientre y su hermano habría escuchado su lamento y le entregó un poncho para que se abrigara. “Yo seguía despierta porque me dio un fuerte dolor. Le dije a mi hermano que me lleve a ver, pero mi hermano no escuchó bien. (Entredormido) me dijo que tenía que madrugar, me fui al baño y tenía un sangrado normal. Nuevamente me fui al cuarto y no me pasaba el dolor, regresé al baño y empecé a desangrarme bastante...”, mencionó ante las autoridades.

Luego se habría retirado el pantalón y el poncho, porque estaban manchados. “Recuerdo que el dolor era en la parte de abajo, sentía que me salían coágulos, de ahí recuerdo que fui a levantar a mi hermano y me desperté en el hospital”. Para corroborar la información otorgada por la procesada, la Fiscalía analiza también su teléfono celular, pues cuenta con conversaciones que ayudarían a esclarecer algunos detalles del caso: “tenemos chats de WhatsApp”.

(Te invitamos a leer: El padre de una de las víctimas de la masacre en Salitre vio por redes sociales a su hijo muerto)

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete!