La mirada de Luis Chango ‘flotaba’ como si el tiempo se hubiera detenido. Hablaba poco y lo escaso que mencionaba era para rememorar la tragedia que lo mantenía en ese ‘trance’. El aluvión que destrozó Quilloturo, un barrio de El Placer, en Tungurahua, le arrebató la vida a su madre, a su padre y a sus dos hermanos, el 16 de junio.

(Te invitamos a leer: Roberto Luque sobre apagón del 19 de junio en Ecuador: "Lo que pasó es algo raro")

Este habitante que vestía una camiseta negra, al igual que su pantalón y botas, se salvó de morir de la desgracia en este sector de Baños de Agua Santa, sector Río Verde. Este 19 de junio, Chango permanecía sentado frente a lo que alguna vez fue su hogar.

Esa fatídica fecha él salió de su inmueble, donde tenía un gimnasio que era regentado por su familia. El reloj marcaba las 11:00 del Día del Padre y una torrencial lluvia empezó a caer.

“Ese día parecía como si estuviéramos en el fin del mundo. De la montaña salían disparadas las rocas y dos vecinos murieron golpeados cuando salieron de sus casas. Yo me quedé adentro porque tengo a mi mamá con cáncer. Ahí esperamos lo que el destino nos tenía preparado”, narró Guido Silva, uno de los sobrevivientes, quien ahora ayuda a sus vecinos a sacar lo poco que puedan salvar.

Cuando las lluvias desembocaron en el desbordamiento de lodo, los seres queridos de Chango estaban en la vivienda que fue sepultada. Pero él no fue el único que perdió a sus seres amados. En Quilloturo se asentaban unas 30 casas: 15 de esas están sepultadas. De sus 200 habitantes, 11 murieron aplastados por las rocas y las toneladas de lodo que bajaron de la montaña.

Jesús Recalde, presidente de Quilloturo, contó que la mitad del barrio se ha perdido y ahora deben salir porque la montaña podría ceder con otras lluvias que se registren. “Nuestra comunidad era unida y todos nos dedicamos a la agricultura. Ahora solo esperamos el lugar en donde nos van a reubicar, porque no podemos quedarnos”, lamentó el dirigente.

(Lea también: Cortes de luz Ecuador 19 de junio: La explicación del Ministro Luque al inesperado apagón)

El trabajo de los socorristas sigue en la denominada zona cero. No hay carretera y con maquinarias de los gobiernos provinciales de Pastaza, Cotopaxi y Chimborazo abren un paso provisional para que pasen los vehículos que abastecen de víveres tanto a Pastaza como a las parroquias de Baños, entre ellas Río Verde, que está incomunicada.

Son más de 100 socorristas entre policías, militares, bomberos, miembros de la Cruz Roja, de Secretaría de Gestión de Riesgos, que trabajan sin parar. “Estamos cansados, pero no podemos detenernos porque hay muchas familias que viven del turismo”, indicó Jorge Carriel, bombero de Quito.

Desde las 13:00 del miércoles 19, se empezó a dar paso por una hora a vehículos livianos y camiones con víveres. Esto se hará de manera provisional en dos horarios: 13:00 y 17:00. En la noche se cerrará.

Hasta el martes 18 de junio se confirmó el hallazgo de 15 cadáveres: 10 de ellos eran de la comunidad de Quilloturo. Estos cuerpos fueron trasladados en caravanas desde Río Verde a Baños. En la Basílica se hizo una misa campal, a la que decenas de personas acudieron y se solidarizaron con los deudos.

Entre ellos se encontraban los parientes de Luis Chango, quien ahora no sabe qué hará. Sus amigos y vecinos sobrevivientes lo están ayudando con la comida y hospedaje. “Solo necesito tiempo”, dijo en medio de la desolación de Quilloturo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!