Exclusivo
Actualidad
Asesinato del presidente del comité los ceibos reaviva en sus habitantes el miedo a la delincuencia
El asesinato del presidente del Comité Los Ceibos, Javier Néstor Rosero Quiroz, reaviva el temor, que por el azote de la delincuencia, desde hace cuatro años, asedia a los habitantes de este sector residencial del norte de Guayaquil.
Ayer, Carolina (nombre protegido), de 22 años, quien todas las mañanas sale a trotar por los alrededores de la urbanización, donde ha vivido desde que nació, pensó dos veces antes de salir de casa. La joven es consciente de que en su vecindario se cometen delitos como robos de carros, estruches a domicilios y hurtos. Pero el crimen de quien los defendía de la delincuencia recrudeció su miedo.
“Antes cuando salía a trotar, iba con mi celular y reloj, ahora no me pongo ni aretes, nada que llame la atención de los pillos, quienes están al acecho. Salgo solo con la ropa de ejercicio. Pensé si salir o no, pero me dije: ‘no puedo parar mis actividades’. Siempre fue una zona segura, y ahora pasa esto tan preocupante, esto fue un crimen dirigido a la zona, al barrio. El cruce donde lo mataron se ha vuelto peligroso”, manifiesta Carolina.
La moradora afirma haber conocido a Rosero, desde que era niña, ya que su familia asiste a las reuniones y eventos del comité. “Tenía poco más de dos años como presidente y lo reeligieron por su buena gestión. Era una persona proactiva, excelente ser humano, con muchas ganas de ayudar, muy preocupado por la gente que residimos aquí. Siempre estaba pendiente de los eventos delictivos para denunciarlos”, aseguró Carolina.
Otro morador, quien también solicitó la reserva de su identidad, revela que desde hace cuatro años el sector comenzó a tornarse peligroso y que él y su esposa, por seguridad, optan por dejar sus pertenencias en casa para no ser ‘blanco’ de la delincuencia.
“Tres veces me abrieron mi carro. A una vecina, hace un año, se le llevaron el carro. Quienes vienen a delinquir acá son personas que residen en Mapasingue. Los ladrones, cuando roban, se van por los callejones. Este señor (Rosero) en abril o mayo pasado hizo atrapar a dos delincuentes y estos lo amenazaron. Lamentablemente, se exponía mucho, cuando cogían a un ladrón, él iba al lugar, se hacía presente, no debió ser tan visible. Debemos destacar que ayudó mucho al sector, hizo poner cámaras en varios lugares”, expresa el morador, quien tiene 14 años residiendo en Los Ceibos.
Sin embargo, los robos y hurtos no son lo único que preocupa a la comunidad de esta zona de la ciudad. Extorsionadores también intranquilizan a los moradores. Otra vecina asegura a este Diario que varios residentes, especialmente médicos y dueños de negocios, han sido ‘vacunados’.
“Es difícil que las personas hablen abiertamente porque tenemos miedo. A los delincuentes no les tiembla la mano al momento de dar un tiro. Ya vimos lo que le pasó a Rosero, él también conocía de estos hechos y los había denunciado a la Policía”, revela la residente.
siete detenidos
Una fuente policial reveló a este Diario que dos hipótesis se manejan en torno a este hecho de sangre y que una de ellas está relacionada con el tema delincuencial. “Él era parte de un chat de la comunidad y como líder siempre pasaba denunciando a los delincuentes, pero también está el tema de las extorsiones y otro relacionado con la construcción de unos edificios a los cuales él como presidente y residente se oponía”, indicó el investigador.
Entre la noche del sábado y madrugada de ayer, la Policía Nacional detuvo a siete hombres, presuntos implicados en este crimen. También decomisó un vehículo y tres armas de fuego, una de ellas traumática (no letal).
Entre los detenidos están los dos presuntos sicarios, la persona que habría alquilado el vehículo en el que se transportaban los sicarios, un intermediario, el conductor del vehículo, un custodio y un coordinador.
En el sector de Mapasingue Oeste, en la calle 40 y calle Octava, fue hallada abandonada la motocicleta en la que, al parecer, se movilizaban los asesinos de Rosero.
El Comité: Amigos y vecinos lamentan su partida
Los restos de Javier Rosero, de 54 años, fueron velados en el camposanto Parque de la Paz, ubicado en la avenida León Febres-Cordero en la parroquia La Aurora.
El ingeniero de profesión era conocido en su sector por la labor que hacía en favor de su comunidad y en contra de la delincuencia. En diciembre de 2022 fue reelecto presidente del Comité Los Ceibos. La mañana de su asesinato se movilizaba junto a su esposa en su camioneta negra marca Great Wall. Al parecer, habían salido de un gimnasio.
A través de un comunicado, el Comité Los Ceibos expresó su sentimiento de pesar ante el fallecimiento de su presidente.
“Javier, quien dio su tiempo y dedicación para dirigir el comité, buscando siempre el bienestar y el buen vivir de las familias que habitan en la ciudadela Los Ceibos”, indica el documento.