En el Centro Comercial Iñaquito (CCI) las actividades se desarrollan con normalidad, excepto en el local de la joyería que fue asaltada la mañana del sábado 23 de noviembre. La atención al público se ha suspendido y solo se pueden ver a los empleados dentro.

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Sin embargo, lo sucedido no se borra de la retina de una testigo. Pidió no ser identificada, pero sí contó a EXTRA los detalles. Todo ocurrió a las 10:20 de la mañana. “Tengo entendido que amenazaron y neutralizaron a los guardias desde el parqueadero. El guardia de turno los vio y quiso avisar y le amenazaron con el arma”, relata.

Él y otros vigilantes fueron obligados a lanzarse al piso. “A cada guardia que se acercaba les decían ‘Bótate al piso’. No se podía hacer nada”, agregó la testigo.

Un vídeo se hizo viral en redes sociales, se podía ver a varios sujetos, pero uno de ellos portaba un arma de largo alcance. La testigo explicó que en un principio creyó que se trataba de un simulacro, pues uno de los atacantes vestía con calentador de la Policía Nacional. “Por eso nadie gritó, ni salió corriendo”, cuenta.

Los minutos más largos durante el asalto

“La única reacción que tuve fue llamar a la policía, pero no me salía la llamada. No se me ocurrió botarme al piso”, asevera. Todo parecía algo irreal, incluso a la gente que pasaba, los sujetos les decían que sigan caminando. La testigo contó cuatro malhechores.

Ella vio cómo se llevaban las joyas de los mostradores ante la mirada atónita de los empleados de la joyería y de los guardias, todos amenazados con armas de fuego. “Duró entre cuatro y cinco minutos. Fueron los más largos de mi vida”, agrega.

No hubo disparos, pero sí miedo. Una de las empleadas estaba embarazada y requirió de atención médica luego del suceso. “La sacaron en una silla de ruedas. A otro guardia también lo atendieron”, comenta la mujer.

Ella se dio cuenta de que no eran policías y no se trataba de ningún simulacro cuando sometieron a los vigilantes. “Es que había hasta un señor grande, ya tenía el pelo blanco”, asegura.

No se conoce el monto de lo robado. EXTRA se comunicó con la joyería para hablar con un representante, pero no hubo respuesta. Según la testigo, el perjuicio debió ser cuantioso, pues las joyas que se venden allí son de oro puro. "Solo una esclava costaba unos 1.000 dólares", expresa.

El centro comercial colabora con las investigaciones

Al día siguiente el CCI lamentó los hechos y destacó que está colaborando con la Policía Nacional para dar con los responsables. “El CCI está comprometido en salvaguardar la integridad de sus clientes, sin embargo, los ataques de la delincuencia son una problemática que trasciende nuestra gestión directa”, menciona en un comunicado.

Por su parte, Jaime Ruales, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, confirmó que los sujetos tenían uniformes la institución policial. La Policía Judicial realizó el levantamiento de evidencias y revisó las cámaras de seguridad para tratar de identificar a los responsables del crimen.

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