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Las encargadas del local se ‘sacan el aire’ para inflar los globos sin energía eléctrica y cumplir con los pedidos de los clientes.Carlos Klinger / EXTRA

Guayaquil: Apagones 'desinflan' los negocios

Ante la falta de generadores, trabajadoras de local le meten full pulmón a los globos

A punta de músculo y pulmón atienden a sus clientes las encargadas de una tienda de artículos para fiestas, ubicada en el Parque Empresarial California (PECA) 2, kilómetro 12 1/2 de la vía a Daule. Aquí los cortes se dan de 16:00 a 17:00.

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El local ofrece productos y decoraciones para reuniones y cumpleaños, pero al no contar con un generador, cada minuto sin electricidad le representa perjuicio económico.

Las dos dependientes de la tienda contaron que a más de las pérdidas por las bajas ventas, también su labor se ve dificultada porque no logran atender la misma cantidad de clientes.

“Hacemos arreglos de globos para fiestas. Normalmente nos ayudamos con un compresor de aire, pero como no hay electricidad tenemos que usar aparatos manuales”, explica una de las chicas mientras bombea una especie de jeringa gigante, con la que infla uno de los más de 50 globos para hacer un arco decorativo. Lo que normalmente le toma 20 minutos ahora demora una hora, resalta.

Además, los apagones ocurren a la hora de mayor demanda, pues la gente suele salir de trabajar para ir a buscar estos arreglos y si antes podían atender hasta cinco pedidos en una hora, ahora a lo mucho llegan a dos clientes.

Se hacen agua los helados

Hasta los helados que venden terminan aguaditos por los cortes.Carlos Klinger / EXTRA

El local también ofrece conos de helados y chocobananas, cuyas cubiertas empiezan a descascararse apenas se va la electricidad, al igual que los bloques de helado que se hacen agua.

“Por suerte la energía solo se va una hora, cuando regresa se vuelven a endurecer rápido”, menciona la encargada de despacharlos.

La administradora no sabe si el cambio de temperatura puede echar a perder el producto, aunque hasta ahora no ha tenido quejas. “Está bueno”, dijo un cliente que se decantó por un cono doble, de chicle y almendras, al cual tuvo que ‘lengüetearlo’ rapidito, pues ya no estaba tan duro. 

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