Analía Ledesma fue reelecta como concejala de la capital. El 12 de septiembre el Consejo Nacional Electoral (CNE) la reconoció como presidenta subrogante de la Izquierda Democrática (ID), tras una larga pugna dentro del partido. 

¿Su cargo en la ID podría tambalear aún?

- Se ha puesto fin a un año y medio de violencia política. Ha sido una lucha en la que se abre una nueva era de la Izquierda Democrática.

- El partido ya no es lo que era antes. ¿Hay forma de recuperar la representatividad?

- Vamos a reactivar el centro de formación política. También el Instituto de Innovación, así como secretarías de territorio, de género, de acción política. El objetivo es volver a ser el partido de masas, como cuando estaban los líderes históricos como Rodrigo Borja.

- Justamente, ¿qué opina Rodrigo Borja (fundador) de la situación del partido?

- Él hace mucho tiempo se retiró de la política, pero tenemos una relación de amistad. Con respecto al partido, no ha querido opinar mucho, pero está dolido de que no tenga participación política en la Asamblea en estas elecciones. Nos quitaron la participación política.

- ¿Las pugnas internas fueron las razones?

- Fueron cuatro o cinco dirigentes que secuestraron las claves porque no pasaron en las primarias. Esperamos que estas páginas negras de la Izquierda Democrática se borren.

- ¿Para 2025 tendrán candidatos en firme?

- Es lo que vamos a trabajar. Reactivaremos las células. Tenemos militancia fuerte en Pichincha, Imbabura, Azuay, pero está dispersa. En este tiempo corto prepararemos los cuadros para la Asamblea y sobre todo para que no pase lo que con asambleístas anteriores: ‘bailaban’ hacia cualquier lugar. Impulsaré, sobre todo, cuadros femeninos para que haya niñas asambleístas, concejalas, alcaldesas.

- ¿Hacia dónde se inclinará la ID en la segunda vuelta electoral?

- Esto tendrá que ser decidido según mandan los estatutos del Consejo Ejecutivo Nacional que se convocó el 30 de septiembre. Es un consejo ampliado de manera presencial. Lo que sí es que no apoyaremos ningún totalitarismo. Y con respecto a la opción de derecha, se aleja de nuestro pensamiento de socialdemocracia y de centroizquierda que Rodrigo Borja nos ha enseñado. Es muy complejo.

- ¿Cómo evalúa las acciones del actual Cabildo quiteño?

- He sido bastante crítica con los primeros meses de administración. Quito necesita respuestas a los problemas urgentes, en temas como la seguridad, la movilidad, el desempleo.

- La percepción ciudadana es de inacción. ¿Qué ha hecho usted como edil?

- No solo es la ciudadanía. He sido una de las concejalas más críticas con el alcalde, pues está bien lo de las reuniones, ya necesitamos acciones. Como ediles legislamos y fiscalizamos, pero el Ejecutivo tiene que ejecutar. Hay una bajísima ejecución presupuestaria.

- Es el problema de siempre...

- No entiendo por qué ponen a funcionarios que teniendo dinero no ejecutan. Tenemos a las Administraciones Zonales en un 25 % y ya se acaba el año. La Empresa de Obras Públicas no ha ejecutado ni el 30 %. Pero sí se ha visto que se han engrosado las masas salariales de empresas como la de Rastro, al menos un 60 %.

- Con este engrosamiento del servicio público, ¿se estarían pagando favores políticos?

- Yo esperaría unos dos meses más para determinar eso. He detectado estas anomalías en algunas empresas, pero le daría la oportunidad al alcalde de que llegue a los seis meses, porque ahí ofreció que todo iba a cambiar.

- También hay polémica por el contenido de la radio municipal. ¿Es proselitismo?

- Me ha sorprendido el tipo de entrevistas y el tipo de entrevistados. La radio municipal debería ser una herramienta para informar a los vecinos, pero no creo que se use así al cien por ciento.

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