“Con nosotros nadie se mete, ya vas a ver cómo te va a ir, vamos por ti para dejarte bajo tierra por creerte muy sabido”, “Dile que devuelva la droga o te lo devolvemos picadillo”. Estos serían dos de los tantos mensajes de advertencia que supuestamente han recibido los cinco policías relacionados con el decomiso de más de una tonelada de droga el pasado 11 de junio, en una casa de Los Ceibos, en Guayaquil.

Esta información consta en las denuncias que fueron puestas en la Fiscalía del Guayas, este martes 18 de junio, por los agentes de la Policía Judicial, quienes no se han presentado a laborar desde un día después del decomiso del alcaloide, pues según su defensor, Jairo Castillo, los uniformados temen por su vida y las de sus familiares. 

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El jurisconsulto afirmó que cada uno de los uniformados asentó una denuncia por separado por las amenazas de las han sido objeto y allí explican la razón por la que no han ido a laborar.

"Es el hecho, señor Fiscal, que el día miércoles 12 de junio del 2024 me encontraba desempeñando mis funciones como servidor policial y al terminar mis labores mientras me dirigía a mi domicilio, recibí un mensaje a través de WhatsApp que decía: 'Tú y los otros pacos ya están muertos', horas más tarde un hombre se identificó como Chonero y me dijo: 'A ver pana, si tú te quieres salvar, dime dónde están esos policías que también estuvieron en el operativo'. Yo no sabía de qué operativo hablaban", explica en otra de las querellas presentas ante el Ministerio Público.

En un documento remitido por el defensor de los uniformados, explica qué pasó el miércoles 12 de junio en el instante en que los policías se acercaron a trabajar.

Supuestamente, por información reservada, les indicaron que un patrullero se encontraba en el interior de la PJ y que ya tenían sus nombres y los iban a meter presos.

"Minutos después recibimos otra llamada del jefe más antiguo de la Unidad, quien nos dijo que, como ya había terminado nuestro trabajo por ese día, que nos retiremos no más a descansar y que regresáramos a trabajar a la medianoche. Ante nuestro cuestionamiento, volvió a manifestar que solo regresemos para formar y que nos retiremos. Situación que nos pareció bastante extraña, ya sabíamos que estaban planificando algo en nuestra contra", detalla el escrito.

El abogado Castillo afirma que los agentes han sido amenazados de muerte por un GDO (grupo de delincuencia organizada), por lo que tuvieron que salir de sus casas y ponerse a buen recaudo. "Ellos trabajaron lunes, martes y miércoles (10, 11 y 12 de junio), tomaron un procedimiento con una motocicleta robada y luego, cuando comenzó a difundirse en redes sociales sus fotos, los amenazaron de muerte. Los amedrentamientos comenzaron desde la tarde del miércoles. Voy a demostrar su inocencia".

Los agentes ausentes son los cabos Rogelio Bohórquez González, Gustavo García Acuña, Víctor Gálvez Rogel, Édison Méndez Granda y Edwin Punina Villón. Ellos laboran en la unidad de Delitos Contra la Propiedad de la Policía Judicial.

El coronel Pablo Ramos, subcomandante de la Zona 8 de la Policía, indicó que administrativamente, luego de 48 horas de que un gendarme no se presente a formar, se le debe elaborar un informe policial.

"Administrativamente, ellos cumplieron el tiempo de haber pasado lista, se les elaboró un parte policial y se realizó un informe por su ausencia y faltas injustificadas. Con asuntos internos estableceremos los causales para que no se hayan presentado a formar", sostuvo el coronel Ramos.

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