La amenaza, presuntamente, por una deuda, que pesaba sobre el sargento de las Fuerzas Armadas, Carlos Alberto Tello Chila, la cumplieron a tiros. La madrugada del viernes 3 de noviembre, el militar, de 41 años, quien prestaba sus servicios en Esmeraldas, fue asesinado, mientras disfrutaba de una reunión con amigos en los exteriores de una discoteca situada en las calles Jaime Roldós Aguilera y Aurelio Yépez, centro de General Villamil Playas.

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Con este hecho de sangre, este balneario de la provincia del Guayas, que tiene un poco más de 50 mil habitantes, suma 60 asesinatos del 1 de enero al 3 de noviembre de este año. Durante todo el 2022 en esta localidad se registraron 8 crímenes, es decir, de acuerdo a datos proporcionados por la Policía, porcentualmente el incremento de muertes violentas es del 650 %.

El coronel Marco Narváez, comandante de la Zona 5 de Policía, indicó que de acuerdo a información de familiares de la víctima mortal, él debía dinero y constantemente recibía amenazas de muerte porque no había cancelado la totalidad de la plata prestada.

“La Policía, a través de la Dinased (Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas), llegó al lugar para recabar información. La hermana y papá del militar, manifestaron que debía dinero y que estaba amenazado, de pronto esta pudo haber sido la causa del crimen”, manifestó el jefe policial.

En el lugar donde fue asesinado Tello Chila, agentes de Criminalística recogieron cinco indicios balísticos y 11 vainas percutidas. El cuerpo quedó sobre la calzada, cerca de la puerta del copiloto de un vehículo Explorer, color plateado, de placa IBB-4221, donde arribó hasta el centro de diversión.

Otra fuente de la Policía reveló que los verdugos del militar cubrían su rostro con pasamontañas y que tras descender de un vehículo, caminaron hacia donde estaba él y le propinaron los disparos en el tórax.

“Se trató de una muerte selectiva. Su lugar de residencia era Posorja (parroquia de Guayaquil), pero laboraba en Esmeraldas”, afirmó.

El investigador también manifestó que según la información que la Policía ha logrado obtener, la víctima se encontraba en un proceso de separación de las Fuerzas Armadas, ya que presuntamente habría incurrido en una falta disciplinaria en el interior de la institución.

La cercanía geográfica del cantón Playas con Posorja y Progreso sería la causa del alto índice de violencia que azota a este balneario, afirmó Narváez.

Sostuvo que las bandas criminales que operan en estas dos parroquias llegan hasta Playas para cometer delitos como extorsión y asesinatos y apoderarse de este territorio turístico y comercial.

“Las llamadas ‘vacunas’ son uno de los principales delitos que azotan a Playas. Las bandas delictivas quieren imponerse a la fuerza y por eso aniquilan a sus adversarios. Lamentablemente, también caen personas inocentes, pero en su mayoría los fallecidos tienen vínculos con grupos delictivos”, afirmó.

De acuerdo a datos recabados por EXTRA, Los Águilas es la organización criminal que está asentada en Playas; mientras que en Posorja y Progreso, Los Lobos.

El 31 de octubre pasado, en pleno centro de la ciudad, fue asesinado un hombre al estilo sicariato. Al día siguiente, el ministro del Interior, Juan Zapata, llegó al balneario y se reunió con el alcalde Gabriel Balladares.

El secretario de Estado indicó que entre 15 o 30 días llegarán 8 patrulleros y 40 policías más, para dar seguridad a Playas. (AEB/NM)

En el barrio Quito y avenida Amazonas y calle Guayaquil, de la parroquia Posorja, la madrugada de ayer fue asesinado a tiros Tyrone Javier Orobio Angulo, de 30 años.

Él había salido de su domicilio para reunirse con sus amigos y disfrutar de una noche de copas. Su cadáver fue hallado sobre la calzada.

Posorja y Progreso forman uno de los 12 distritos de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) y en esta jurisdicción, en lo que va del año, se han registrado 87 crímenes, 31 más que en 2022.