Alfonso Espinosa de los Monteros llegó dos horas antes de su último noticiario de Ecuavisa, como fue su costumbre por décadas. Revisó los textos que debía leer. Los corrigió varias veces. Junto con su hijo Juan José repasó su discurso, con el que cerró su carrera profesional de 56 años en radio y televisión ecuatoriana.

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En el set, las luces y cámaras esperaban a Don ‘Alf’, como le dicen de cariño para la jornada. Caminaban de un lado a otro para que todo funcionara bien. El momento que anunció el 6 de abril había llegado a las 19:00 del lunes 1 de mayo: su adiós a Televistazo.

Su familia: esposa, hijos, nietos, hermanos, presenciaron el noticiario en una sala adjunta al set. En cuanto dijo “adiós” frente a la cámara salieron para formar una calle de honor. EXTRA vivió con él y sus parientes esos emotivos momentos.

¿Cuáles son sus emociones al cerrar este ciclo?

Las más grandes, las mayores. Sobre todo sentir la gratitud y el corazón de la gente. Me han hecho un programa muy lindo, no tenía idea de lo que iba a salir. Los compañeros hicieron todo para complacerme y hacerme sentir feliz.

¿Cuál es el legado de Don Alfonso para el periodismo ecuatoriano?

Como dije en mi mensaje final, el más importante es el de la moral bien entendida, la honestidad y el amor al trabajo. Si llego a este momento es porque desde muy jovencito empecé a escribir. Mi primer trabajo fue un texto en un periódico cuando tenía once años.

¿Dejó algo pendiente en estos 56 años de trayectoria periodística?

En cuanto al periodismo es difícil decir que haya quedado algo porque he hecho mucho, pero siempre aparecen cosas y retos nuevos. Eso ha ocurrido conmigo, he ido cambiando. Imagino que vendrán nuevas cosas.

¿Cómo llegar a la credibilidad que goza usted?

Trabajando seriamente, moralmente y profesionalmente. Obedeciendo las reglas del buen periodismo y de una manera muy dedicada. El periodismo no tiene horarios, no tiene descanso. Uno trabaja en todo momento, aunque esté acostado viendo televisión.

¿Qué consejo le da a los jóvenes periodistas?

Algunos consejitos que ya los he pensado siempre. Los jóvenes deben aprender primero a amar su profesión. Hay que mirarse en un espejo para saber si se quiere o no ser periodista. También debe ser un humanista, por lo tanto, está obligado a ser una persona informada en todos los sentidos.

¿Qué va a hacer?

Tengo varios compromisos durante este mes. Tengo una cena con mis reporteros. Descansaré también porque he tenido días muy agitados. El miércoles (3 de abril) tengo dos homenajes de la UNP (Unión Nacional de Periodistas) y el Consejo de Comunicación.

¿Luego de los homenajes?

Descansar, ver las cosas desde esta nueva óptica para ver exactamente cuál es el camino que se me presenta.