Exclusivo
Actualidad

Las hijas del militar Gustavo Villalva, Diana y Evelyn, y su esposa Grace Jácome se aferran a la esperanza de hallarlo con vida.Christian Vinueza

La alarmante cifra de denuncias por desaparecidos en Ecuador: 3.911 personas

Guayas encabeza la lista de no localizados. Dos familias guayaquileñas cuentan el suplicio que viven al no saber nada de sus seres queridos, un militar y un joven de 23 años.

Las circunstancias son diferentes, pero el dolor y la angustia son parecidos. Dos familias guayaquileñas viven el mismo suplicio: no saben qué pasó y en dónde están uno de sus seres queridos, si vive o muere.

Desde el pasado 23 de mayo, el militar en servicio pasivo Gustavo Sergio Villalva Alejandro, de 59 años, está desaparecido y no existen rastros que conduzcan a su paradero. Fue sacado a la fuerza de su domicilio, en la cooperativa Valle de Jerusalén, en el sector La Ladrillera, noroeste de Guayaquil.

Te invitamos a leer: El oscuro pasado del exmilitar que custodiaba a Miguel Santos, funcionario del Municipio de Durán asesinado

Los familiares de Edwin Rubén Alarcón Martínez, de 23 años, viven la misma agonía. Hace aproximadamente seis meses, el 15 de febrero, él salió de la casa de sus abuelos paternos, ubicada en la Décima y la C, suburbio porteño, y desde esa fecha no ha vuelto.

Gustavo y Edwin son solo dos de las 482 personas que están desaparecidas en Ecuador, cuyos casos están en investigación. De acuerdo a datos del Ministerio del Interior, desde el 1 de enero al 30 de junio de 2023 se ha denunciado la desaparición de 3.911 ciudadanos, 228 han sido hallados sin vida (ver infografía).

El informe de esta cartera de Estado también revela un hecho que aún llama más la atención y es que el 48% de las personas desaparecidas son menores de edad y el 5% adultos mayores.

Guayas es la provincia que alberga el mayor número de denuncias por desaparición y la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, es donde se han reportado más ciudadanos no localizados.

Un oficial de la Policía Nacional (prefiere no identificarse) explica que la desaparición de una persona, en ocasiones, ocurre de forma involuntaria, ya que en muchos casos hay personas, especialmente jóvenes, que deciden irse de sus casas por motivos personales, por problemas en el hogar, en su entorno social o académico.

“Las desapariciones han escalado tanto como las muertes violentas, son alarmantes. Cuando una persona tiene un familiar desaparecido, lo primero que debe hacer es denunciar. Puede hacerlo hasta media hora después de que no aparezca, si conoce la rutina de su ser querido y este no da señales de vida, no debe esperar para denunciar”, indica.

Mayoría: De acuerdo a informe del Ministerio del Interior, el 51.2% de los desaparecidos en 2023 son varones. Cada hora se reporta el extravío de una persona.

Antes de que fuera creada la Unidad de Desaparecidos de la Policía Nacional se debía esperar 72 horas para denunciar la desaparición de una persona.

Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), creada en 2012, afirma que lamentablemente en el país continúan desapareciendo niños y adultos, y que es prioridad del Estado dar una respuesta a los familiares.

“Cuestionamos si en realidad las autoridades están cumpliendo con sus competencias y previniendo esta problemática en el país. Cuando una persona desaparece lo primero que se hace es poner la denuncia en la Fiscalía o en la Policía, la diferencia es que esta última inicia la búsqueda de forma inmediata”, sostiene.

En caso de que un familiar desaparezca -dice Rueda- es importante que la persona más cercana ponga enseguida la denuncia, porque de esta manera se le da la responsabilidad al Estado de encontrar a esa persona.

En cifras: El 43% de los desaparecidos en 2022 fueron menores de edad.

“Lamentablemente en muchas ciudades del país aún indican que se debe esperar 72 horas. Sin embargo, esto es angustioso para la familia, sabemos que mientras más rápido se difunda hay mayor opción de que aparezcan con vida. Hay que preguntarse ¿qué están haciendo las autoridades cuando una persona aparece sin vida?, si es que por oficio se sigue instrucción penal o simplemente dicen caso resuelto”, sostiene Rueda.

  • Se lo llevaron a la fuerza
Gustavo Sergio Villalva Alejandro, de 59 años, está desaparecido. Sus familiares prenden una vela junto a una de sus fotografías pidiendo a Dios por su regreso.Christian Vinueza

Con tristeza, Diana Villalva, la mayor de las tres hijas del suboficial de la Infantería de Marina, Gustavo Villalva, relata como ocurrió la desaparición de su padre y todo lo que han tenido que hacer para localizarlo.

“Él salió de nuestra casa acompañado de un vecino hasta el sector de La Ladrillera, allá lo interceptaron dos personas, lo llevaron hasta su casa y lo tuvieron secuestrado hasta las 17:00. A mi papá lo torturaron, lo golpearon y cuando lo identificaron como miembro de las Fuerzas Armadas lo subieron a un carro y se lo llevaron”, relata Diana mientras contempla la foto de su progenitor con el uniforme de la institución a la que sirvió hasta hace 9 años. La imagen reposa sobre una mesa en la sala de su vivienda.

Dos horas después de que su padre fuera sacado de su vivienda, a las 19:45 de aquel día, mientras daban parte a la policía, se percataron de que el vehículo de su papá circulaba cerca del sector donde lo raptaron. Los agentes interceptaron el vehículo y detuvieron a la mujer que viajaba como copiloto y a un hombre.

Hago un llamado a la sociedad y a las autoridades que no tomen a la ligera la desaparición de una persona. Las estadísticas del Estado lo demuestran. Han desaparecido profesores, policías y militares”.Lidia Rueda,
presidenta de la Asociación de Desaparecidos

“El conductor huyó. Dos días después hicieron allanamientos en cuatro casas, hallaron pertenencias de mi papá, capturaron a otro individuo, pero ninguno nos da información de mi padre. A pesar del tiempo transcurrido (70 días) todavía no perdemos la esperanzada de hallarlo con vida. Nos han contactado de una cuenta de Facebook falsa para decirnos que está muerto y sepultado en un sector del noroeste donde entierran a personas asesinadas”, afirma.

En torno a este caso, uno de los policías a cargo de la investigación revela que en el sector donde fue secuestrado el suboficial en servicio pasivo los habitantes son víctimas de extorsión y que, al parecer, él se habría rehusado a cancelarle el dinero que le exigían.

“Todo ese sector está liderado por una banda criminal y esta sería la responsable del secuestro de este señor”, menciona.

  • Lo esperaron para su ‘cumple’
Mercedes y Lupe Beltrán viven en agonía por la desaparición de su sobrino Edwin Alarcón Martínez.Christian Vinueza

No hay día en que Elsi Aristega deje de asomarse a la ventana de su casa para ver si de pronto Edwin, el más consentido de sus nietos y a quien crio como a un hijo, regrese a su hogar. El joven dijo que iba a visitar a su mamá, pasaron los días y no volvieron a tener noticias de él.

“Mi sobrino consumía droga, incluso estuvo internado en una clínica de rehabilitación por su adicción, solía desaparecerse uno o dos días, pero ahora han pasado cinco meses y no sabemos nada de él. Lo hemos buscado en hospitales, en la cárcel y hasta en la morgue. La denuncia de su desaparición fue puesta en marzo”, cuenta.

Su tía Mercedes Ramírez rememora que para el Día de la Madre, del Padre y para su cumpleaños 23, el pasado 25 de julio, lo aguardaron con la esperanza inquebrantable de que entraría con una sonrisa para colmarlos de abrazos como era su costumbre. “A veces creemos que está muerto y sepultado por ahí. Ya no sabemos a dónde más buscarlo”.

¡LEA MAÑANA! Los cementerios clandestinos de Guayaquil.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete aquí!