Dentro de una camioneta, a menos de dos kilómetros del puerto concesionado en el que laboraba, Luis Jacinto Meza Mora murió baleado. Él era el jefe de seguridad en aquella terminal de carga y descarga de contenedores, en el sur de Guayaquil. El asesinato representaría un duro mensaje de criminales hacia quienes laboran en los puertos.

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Este nuevo caso de muerte violenta en la ciudad tomó notoriedad no solo por la función que desempeñaba Meza en su trabajo, sino además por un cartel que fue dejado por los asesinos en el parabrisas frontal del vehículo: “los sapos se mueren”.

Por ese detalle, las investigaciones policiales en este caso están encaminadas a determinar si el hecho de sangre se relaciona con la intención de grupos delictivos de ejecutar delitos en los puertos, como la contaminación de contenedores con alcaloides, tratando de captar a los trabajadores.

¿Cómo fue el ataque armado?

El crimen se registró aproximadamente a las 17:00 del jueves 27 de marzo, en la avenida 25 de Julio, en el sur de la urbe porteña.

Meza circulaba en la camioneta por uno de los carriles en sentido sur-norte de la avenida 25 de Julio. Repentinamente fue interceptado por individuos que se movilizaban en dos automotores.

Los gatilleros dispararon contra el vehículo en múltiples ocasiones, ocasionando que el carro quede con orificios, en consecuencia de los impactos de proyectiles.

Los tiros fueron principalmente hacia la parte frontal de la camioneta. El parabrisas delantero fue el área más afectada del vehículo, a pesar de que incluso el vidrio tenía cierta protección, según se pudo notar en videos captados por transeúntes y difundidos en redes sociales.

Agentes de la Policía Nacional acudieron al sitio del suceso mortal. Recabaron indicios balísticos y luego retiraron el cadáver desde el interior del carro. Peatones y conductores miraban sorprendidos el procedimiento.

Según pudieron constatar los uniformados policiales, contra el carro en el que iba Meza se produjeron aproximadamente 27 detonaciones de arma de fuego.

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