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Opinión

Editorial: Dejar de cargar un ‘muerto’ inútil

Se suponía que iba a garantizar la participación ciudadana y la transparencia, pero terminó siendo un botín para los políticos de turno

Desde que ‘nació’ en 2008, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) ha sido más un problema que una solución. En vez de mejorar el sistema, solo ha traído ‘pitos’ políticos, enredos burocráticos y un gasto innecesario para el país.

Se suponía que iba a garantizar la participación ciudadana y la transparencia, pero terminó siendo un botín para los políticos de turno y hasta para grupos con dudosas intenciones. Además, ni siquiera ha cumplido con su tarea principal: elegir autoridades de control. Hay cargos prorrogados porque no han logrado hacer bien los concursos ni formar las comisiones necesarias.

El Cpccs surgió con la idea de darle más poder a la gente, pero en la práctica ha servido para todo lo contrario. Más que ayudar, estorba, y lo mejor que le podría pasar al país es sacárselo de encima de una vez por todas.

Lo peor es que este organismo fue diseñado por gobiernos que querían eternizarse en el poder, dejando las instituciones a su servicio. En vez de ser un espacio para la ciudadanía, se convirtió en una pieza más del ajedrez político, donde los poderosos se reparten el control del Estado. Ya es hora de dejar de cargar con este ‘muerto’ inútil.

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