Dos presuntos delincuentes murieron tras una persecución y los disparos de un policía, quien habría sido amedrentado con aparentes armas de fuego, en el sur de Quito, la madrugada del martes 2 de abril de 2025. Ambos sospechosos habrían participado en el robo al negocio del uniformado, ubicado en el sector de La Marín, en el Centro Histórico de Quito. 

El dueño, quien es cabo y pertenece a una unidad investigativa de la Policía Nacional del Ecuador, fue quien enfrentó a los implicados. Según información de parte de fuente policial, el hecho se suscitó en horas de la madrugada, cuando el agente observó a través de sus cámaras de seguridad que su local estaba siendo asaltado. Entre los artículos sustraídos estaban una máquina industrial de helados y una licuadora de aluminio, la primera con un sistema de rastreo satelital.

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Gracias a esta tecnología, el uniformado localizó la camioneta en la que se movilizaban los sospechosos. Fue así que la interceptó en la avenida Jaime del Castillo y calle Francisco Gómez, en el sector La Villaflora, en el sur de la ciudad. Allí, de acuerdo con el testimonio policial, fue recibido con amenazas con objetos similares a armas de fuego. En respuesta, el agente usó su arma de dotación —una pistola Glock calibre 9 milímetros— y disparó contra los ocupantes del vehículo. Dos personas murieron en el lugar: un hombre y una mujer, ambos sin identificar y sin documentación.

¿Cuántos disparos recibieron y qué se encontró en la escena?

El informe forense detalla que el cadáver A (hombre) presentaba seis heridas de bala:

• Una en la región nasal.
• Dos en el pecho (lado izquierdo).
• Una en el flanco izquierdo.
• Dos en la espalda (zona escapular derecha).

El cadáver B (mujer) tenía dos impactos de bala:

• Uno en el abdomen, parte superior.
• Uno en la espalda.
• Además de una escoriación en la rodilla derecha. 

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Durante la inspección del lugar, Criminalística levantó al menos 15 vainas percutidas calibre 9 milímetros, fragmentos de proyectil, y constató ocho impactos balísticos en la carrocería de la camioneta marca Nissan Frontier, color rojo. Este vehículo habría sido modificado visualmente, pues originalmente era amarillo, según constataciones de los investigadores.

Otros indicios relevantes incluyen:

• Dos celulares encendidos.
• Herramientas comúnmente usadas en robos: una cizalla metálica, barras de acero, martillo, cuchillo y tijera.
• Los equipos robados: una máquina de helados y una licuadora industrial.
• DVR del sistema de cámaras del local asaltado.
• Pruebas de residuos de disparo tomadas al policía y a los cadáveres.
• Prendas de vestir, huellas dactilares y muestras biológicas.
• El arma Glock 9 milímetros con su respectivo cargador (10 cartuchos). 

Al menos tres personas más habrían participado en el robo, pero lograron huir y son buscadas por unidades especializadas de la Policía Nacional. El caso sigue en investigación. Además, las autoridades también realizan análisis de las cámaras de videovigilancia del sector y se espera la identificación oficial de los fallecidos.

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